Este esquema de funcionamiento, que "promete hacer las cosas difíciles para las compañías regulares, en beneficio de los consumidores" pretende crear una demanda suplementaria de pasajeros que hasta ahora no viajaban porque los precios eran disuasorios", ha manifestado a Servimedia Michele Delvaux, ejecutiva de la compañía.

Esta ejecutiva de esta agresiva compañía ha asegurado que los precios no sufrirán cambios. "La única mnodificación posible en estos precios es hacia abajo. Cuando estemos establecidos, esperamos poder reducirlos".

EBA aspira a desarrollarse en el mercado de vuelos europeo en competencia directa con las líneas tadicionles, e invoca la experiencia de Estados Unidos donde la desregulación del mercado produjo una explosión en el número de pasajeros.

De hecho, ha pasado de ser una compañía de vuelos charter a una línea regular al amparo de la legislaciónm comunitaria que liberalizó el transporte aéreo a comienzos del pasado año.

Actualmente, dispone de lineas regulares que enlazan Bruselas con Roma y Viena, además de Barcelona. En los últimos dos años ha tenido un crecimiento exponencial y pasado de tres a ocho avones 737, todos ellos con menos de tres años de antigüedad, y una facturación que ha aumentado de 6.000 a 14.000 millones de pesetas. El número de pasajeros ha pasado de 323.000 a 820.000.

Los aviones de EBA disponen de una sola clase, y en ellos no se sirven comidas ni se reparten periódicos. Todo el esfuerzo se concentra en ofrecer mejores precios, que oscilan entre 11.600 y 18.700 pestas por trayecto, (precio único para los viajes a Barcelona, Roma y Viena), dependieendo de la antelación con que seefectúan las reservas.

El cliente puede comprar el billete por teléfono y pagarlo con tarjeta de crédito y recibirlo por fax, o recogerlo en el mismo momento de despegar. La compañía ha establecido un número de telefono gratuito mediante el que se puede conectar con la reserva central en Bruselas desde cualquier lugar de España: 900-993276.

Un portavoz de EBA ha manbifestado a Servimedia que "es previsible que el escenario del transporte aereo europeo cambie radicalmente en los próximos meses coninicativas como esta y otras similares que se preparan en el continente".

A partir del próximo 1 de enero, la compañía del que fuera piloto de Fórmulña 1, Nicky Lauda, tiene permiso para aterrizar en el aeropuerto C. De Gaulle de Paris, y espera poder obtenerlo próximamente en Orly.