Mes y medio después de que ingresara en la enfermería de la cárcel sevillana, el aristócrata es acusado de dos presuntos delitos de rapto, otro de tráfico de drogas y un último de corrupción de menores.

El juez que instruye el caso del duque de Feria no ha esperado a la emisión del tercer informe psiquiátrico del acusado para dictar el procesamiento, en el que se le acusa de cinco presuntos delitos.

Los dos presuntos delitos de rapto se refieren a las os ocasiones en las que Rafael Medina llevó a su domicilio a la niña Ana María Santares, de cinco años, a quien fotografió desnuda en poses obscenas. Según la instrucción, el duque pagó con droga el rapto de la niña realizado por la joven Sandra, de 17 años.

Consecuencia del rapto de la pequeña Ana María, el juez acusa también a la portuguesa Mercedes Almeida de los presuntos delitos de rapto, corrupción de menores y contra la salud pública y a Isabel Santares y Sandra Alvarez, las otras dos mujeres iplicadas en el caso, por un presunto delito de rapto.

El máximo de condena previsto por el Código Penal puede ascender a 50 años de cárcel, aunque las penas que se pedirán oscilarán entre los 20 y 30 años.

El juez atribuye a un delito de salud pública la entrega de cocaína a las jóvenes por parte del duque a cambio, al parecer, de favores sexuales.

Tanto Rafael Medina como las tres mujeres implicadas en el caso deberán prestar declaración en los próximos días, momento en el que el sumario paará a la sección séptima de la Audiencia de Sevilla, que preside Antonio Gil Merino.

A partir de entonces las partes acusadoras solicitarán penas que superan los 20 años, aunque el abogado del duque, Francisco Baena Bocanegra, puede recurrir este auto de procesamiento y puede pedir su libertad condicional. Según fuentes judiciales, el juicio podría celebrarse después del verano.