DROGA. LOS PORROS DISMINUYEN LA LIBIDO, ALTERAN EL METABOLISMO Y PROVOCAN PARTOS PREMATUROS
- Las ansiedad, el pánico y los trastornos de memoria son habituales en los fumadores de cannabis, según los expertos
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Los expertos aseguran que los porreros (fumadores habituales de cigarrillos de cannabis) presentan numerosos trastornos tanto físicos como psíquicos, aunque reconocen que la dependencia de esta droga es débil en comparación con otras sutancias estupefacientes.
La disminución de la líbido, de la capacidad reproductora en ambos sexos, la alteración del metabolismo, los efectos negativos en el feto y las reacciones psicóticas, depresivas y crisis de ansiedad son los efectos más destacados del consumo habitual de marihuana y hachís, según las conclusiones de un grupo de científicos españoles.
En el libro "Drogodependencias. Farmacología, Patología, Psicología y Legislación", escrito por Pedro Lorenzo, José María Ladero, Juan CarlosLeza e Ignacio Lizasoain, editado por Médica Panamericana, en colaboración con la Agencia Antidroga de la Comunidad de Madrid, se dedica un amplio espacio a advertir sobre los efectos negativos del cannabis, en contra de la ola de defensores del "porro terapeútico", que ha surgido en los últimos tiempos en el mundo occidental y por parte de reconocidos científicos de la comunidad internacional.
A juicio de los expertos españoles, el consumo habitual de cigarros de marihuana o hachís presenta una sintoatología aguda y otra crónica, tanto física como psicológica.
Por lo que se refiere al sistema cardiovascular, el porro provoca taquicardias sinusales, bradicardia y alteraciones electrocardiográficas. Además la inhalación del humo de la marihuana produce bronquitis, laringitis e incluso puede generar procesos diarreicos en el aparato digestivo.
Los efectos psicológicos descritos por los expertos en el libro se inician a los pocos minutos de la inhalación del humo de la marihuana o el hachçis, y omienzan con un periodo excitatorio con una sensación de euforia y bienestar y, aunque no hay alteraciones importantes de la conducta, algunos consumidores se obcecan con una idea fija y son incapaces de resistir sus impulsos.
Tampoco es extraño que el fumador presente una rara hilaridad en sus exposiciones, locuacidad y megalomanía, sobre todo si el consumo se hace en grupo. Los expertos aseguran que está demostrado que se da una alteración de la memoria inmediata.
No obstante, las reacciones psquicológicas más preocupantes se dan en los fumadores crónicos, que suelen desarrollar cuadros de reacciones de pánico, impresiones retrospectivas, reacciones psicóticas, ansiedad, depresión y trastornos de la memoria.
APETITO SEXUAL
Aunque los científicos insisten en que en una primera fase de consumo de cannabis aumenta el interés sexual, en fumadores crónicos se demuestra una disminución de la líbido. En mujeres, se dan con facilidad ciclos anavulatorios (las hembras no producen óvulos), y en losvarones se producen anomalías estructurales y problemas de movilidad de los espermatozoides y oligospermia.
El consumo de porros durante el embarazo también se asocia a una tasa más alta de prematuros (bebés que nacen antes de las 37 semanas de gestación) y de inmadurez fetal, así como de complicaciones obstetricias.
El riesgo de muerte neonatal aumenta con el consumo de cannabis, según recoge la publicación, como consecuencia del incremento de la expulsión de meconio intrauterino.
Los recié nacidos de madres consumidoras de marihuana o hachís suelen mostrar irritabilidad, inquietud, alteraciones del sueño y disminución del apetito durante los primeros días de vida, y los tests de maduración cerebral en general están afectados. Estos síntomas, según los expertos, pueden interpretarse como síntomas de abstinencia.
(SERVIMEDIA)
22 Ene 1999
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