Además, según informó hoy la compañía española, se encargará del mantenimiento y explotación de la nueva autopista de peaje durante los próximos 33 años. Los trabajos comenzarán el próximo mes de abril y estarán finalizados en el verano de 2006.

La inversión total prevista durante la fase de construcción de la nueva infraestructura británica ascenderá a 245 millones de libras (alrededor de 400 millones de euros al cambo actual).

La explotación de la A-1 se realizará a través de un innovador sistema de pago, por el cual la administración británica pagará a la concesionaria en función de su habilidad para minimizar la congestion, reducir el nivel de accidentes y, en general, por la calidad del servicio que dé a los usuarios.