Eulalia Aramendi Bilbao ("Lali"), de 41 años y natural de Orozco (Vizcaya), y Arrate Urresti Esnal, natural de Deba (Guipúzcoa), se produjo en una vivienda de la citada localidad, donde residían ilegalmente desde finales de 1987, cuando huyeron tras las operaciones policiales para la captura de Santiago Arróspide Sarasola, "Santi Potros".

En la vivienda donde fueron detenidas la policía encontró diversa documentación. Los arrestos son consecuencia d las investigaciones que realizan las fuerzas de seguridad francesa y española para tratar de localizar al "comando Madrid".

Precisamente la búsqueda de María Soledad Iparraguirre y José Javier Arizcuren, integrados actualmente en el "comando Madrid" de ETA y antiguos miembros del "comando Araba", al que también pertenecía presuntamente Eulalia Aramendi, ha llevado a la detención de las dos mujeres.

"Lali" tiene pendiente una orden de busca y captura dictada por la Audiencia Nacional en 1990, acuada de colaborar con el "comando Araba" entre los años 1985-1987.

Fuentes policiales afirmaron que en el tiempo en que Aramendi perteneció al "comando Araba" facilitó informaciones sobre posibles objetivos para la comisión de atentados, alojó en su domicilio a miembros liberados del citado comando y participó presuntamente en un atentado con un coche-bomba en la localidad alavesa de Llodio contra la Guardia Civil.

Después de huir a Francia fue detenida y puesta en libertad. Al parecer, participó,facilitando información, en el asesinato de un guardia civil que desactivaba una bomba en un bar.

Por su parte, Arrate Urresti es viuda de un miembro del desarticulado "comando Donosti", que murió en agosto de 1991 en un enfrentamiento con la Guardia Civil en el barrio donostiarra de Morlans junto con otros dos activistas.

En el domicilio del matrimonio, en Motrico (Guipúzcoa), fue hallado un importante arsenal de armas y explosivos, pero ninguno de los dos pudo ser detenido, ya que días antes de hallazgo la pareja había salido de vacaciones hacia Yugoslavia.

Ambas mujeres se encuentran incomunicadas en la comisaría de la Policía del Aire y Fronteras de Hendaya (Francia), donde están siendo interrogadas y permanecen a la espera de ser trasladadas a París para pasar a disposición de la jueza encargada de asuntos de terrorismo, Laurence Levert, que fue quien cursó la orden de detención.

Fuentes policiales apuntaron la posibilidad de que las presuntas etarras puedan ser entregadas a las autridades españolas por el procedimiento de urgencia absoluta -evitando los trámites de extradición-, reabierto por el ministro de Interior francés, Charles Pascua.