Los magistrados consideran probado que en abril de 2001 Mikel Guillermo San Argimiro, "Pablo", integraba junto con otra personal el "comando Txirrita" de ETA, al que se sumó, en marzo de 2002, Imanol Miner, alias "David".

El citado comando, siguiendo los propósitos de ETA, decidió colocar una bomba en el edificio de Repsol YPF S.A. ubicado en el número 280 del madrileño paseo de La Castellana.

Así, los miembros de comando prepararon la bomba, con 20 kilos de cloratita, que introdujeron en una olla metálica. La elaboración del artefacto explosivo tuvo lugar en un piso que habían alquilado en la calle Piamonte.

La bomba fue colocada en el maletero de un coche que robaron ex profeso horas antes del atentado. Este vehículo fue conducido hasta el lugar elegido por Miner Villanueva, mientras San Argimiro manejaba otro delante de él, haciendo de "lanzadera".

Tras colocar el coche en batería en el aparcamiento del edificio de Repsol, con la parte del maletero dirigida hacia el inmueble y con el temporizador en marcha, se dirigieron al Barrio del Pilar.

Allí tomaron un taxi hasta el barrio de Chueca, donde llamaron al 112 y avisaron de la colocación del coche-bomba, cuya deflagración, a la una de la mañana del 22 de abril, causó importantes daños materiales.

Para los magistrados de la Audiencia Nacional, los hechos descritos son constitutivos de estragos estragos y de robo con fuerza, por lo que imponen a cada uno de los condenados 18 años de prisión por el primer delito y otros dos por el segundo.

Mikel Guillermo San Argimiro e Imanol Miner Villanueva fueron condenados recientemente por la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional a 253 años y 9 meses de cárcel cada uno por colocar el 1 de mayo de 2002 dos coches-bomba en Madrid, uno en la calle Embajadores y otro en la Torre Europa, muy cerca del Santiago Bernabéu, el día en que se disputaba en este estadio un partido entre el Real Madrid y el F.C. Barcelona.