WWF/Adena recoró que el 85 por ciento de las tierras del Guadiamar presentan niveles elevados de zinc y arsénico, especialmente en el municipio de Aznalcázar, donde más del 60 por ciento de la superficie se encuentra afectada.

Según esta organización, los límites de metales pesados en estos terrenos superan ampliamente los niveles máximos admitidos por la legislación internacional para uso agrícola.

Según WWF/Adena, "los terrenos contaminados no pueden utilizarse nuevamente con fines agrícolas y la propuesta decorredor verde, tantas veces defendida por esta organización, es un proyecto pionero".

Asimismo, los ecologistas lamentaron la postura de algunas organizaciones agrarias, que se oponen a la expropiación de tierras afectadas por el vertido.