Elféretro partió en una caravanade vehículospara dirigirse al aeropuerto de Noain, en la que también viajaban los reyes don Juan Carlos y doña Sofía, las infantas Pilar y Margarita y el doctor Zurita. En una segunda caravana iban la esposa de don Juan, doña María de las Mercedes de Borbón, así como todos sus nietos.

Antes de la partida, la Familia Real, diversas autoridades navarras y el equipo médico que ha atendido durante estos seis meses de estancia en la clínica a don Juan asisitieron a una misa celebrada en el Oratorio de laclínica oficiada por el obispo saliente de Pamplona, monseñor José María Cirarda, el capellán del centro, Miguel Angel Monge, y otros sacerdotes.

Monseñor Cirarda recordó durante la misa que don Juan de Borbón "tuvo dos grandes amores. Amó a España con entrega total, sacrificada hasta renunciar a sus derechos dinásticos para ser Rey de España cuando pensó que se lo pedía el bien de la Patria y amó a su familia con un amor entrañable, del que nosotros los navarroa hemos sido testigos singulares en esto últimos seis meses".

Cirarda recordó este sacrifico "clave para que fuera posible la transición de la dictadura a la democracia y para superar los demonios familiares de los enfrentamientos entre españoles".

"Pido a Dios que tantos elogios como rinde hoy a don Juan, España sean prenda de la benignidad con que Dios lo habrá acogido en su seno", dijo.

Tras la celebración religiosa las autoridades navarras asistentes -el presidente de la Comunidad Navarra, Juan Cruz Alli; el presidente del paramento autonómico, Javier Elcano; el alcalde de Pamplona, Alfredo Jaime, y el delegado del Gobierno en Navarra, Pedro Ruiz de Alegría- dieron el pésame a la Familia Real.

Los restos mortales de don Juan llegan en avión, alrededor de las 11,30, al aeropuerto de Barajas y desde allí serán conducidos hasta el Palacio Real de Madrid donde a las 12,00 se oficiará una misa para posteriormente instalar la capilla ardiente.