La diputada del PP María Teresa de Lara denunció que "la sequía sorprendió a ambas ministras". "¿Qué hacía la ministra de Medio Ambiente?", se preguntó. "Se entretuvo en derogar el trasvase del Ebro y sustituirlo por un proyecto basado en la desalación masiva".

Insistió en que ha estado "vendiéndonos las bondades de la desalación", pero las cifras y "las matemáticas son tozudas", y se ha comprobado que incrementa el impacto ambiental, además de haber condenado al Levante y al sureste español a un "estancamiento, cuando no a un retroceso en su desarrollo" con la paralización del trasvase.

Considera que para la ministra "han primado los intereses de partido sobre los intereses generales", al fomentar "la guerra del agua entre comunidades", lo que se une a "declaraciones vergonzantes" como la relativa a las aguas fecales, que considera una "irresponsabilidad".

"Después ha matado al mensajero, que es el recurso de los políticos lenguaraces, pero la disculpa llega tarde", porque sus palabras afectarán a la huerta murciana, por lo que le emplazó a asumir sus responsabilidades políticas y a que ponga en marcha una campaña internacional "para restituir la imagen de nuestros agricultores".

Acusó al Ejecutivo de favorecer la sequía por su ausencia de política de aguas, porque "mientras la ministra de Agricultura está propiciando el plan de regadíos del PP la de Medio Ambiente "le está quitando el agua".

Reclamó también la comparecencia de la responsable de Agricultura, que ha demostrado "desconocimiento de los daños del sector y poco peso en Bruselas", con lo que "los agricultores están llenos de incertidumbres porque no saben si las ayudas propuestas en el real decreto van a ser finalmente aprobadas".

La petición del PP fue rechazada por el resto de los grupos parlamentarios, que abogaron por dejar las explicaciones de las responsables ministeriales para el inicio del periodo de sesiones después del verano.