La presidenta de Neumomadrid, la doctora Pilar de Lucas, explica que "tanto en los casos de los tumores de pulmón como en los de bronquitis crónica o enfisema, los médicos observamos que el riesgo comienza a crecer exponencialmente a medida que se superan los veinte o veinticinco años de fumador, por lo que si siempre es nocivo serlo, puede afirmarse que continuar siéndolo más allá de la mitad de la vida es poco menos que jugar a la ruleta rsa".

De ahí, que los neumólogos estén alertando de que en unos pocos años las mujeres españolas, cuyos índices de consumo de tabaco comenzaron a igualar al de los hombres durante los años 80 ó 90, podrían muy pronto empezar a experimenter en la misma medida que los varones los problemas de salud antes citados.

En este sentido, el cáncer de pulmón ya no sería casi privativo, como todavía lo es ahora, de los hombres. También la imagen característica del fumador maduro con fuertes toses y carraspeospor la mañana y síntomas de fatiga al menor esfuerzo dejaría de asociarse en el imaginario colectivo sólo con el sexo masculino.

La lista de efectos perversos del tabaquismo a partir de cierta edad sería larga. Sin ir más lejos, los 45 años tienden a coincidir en la mujer con los inicios de la menopausia, o, lo que es lo mismo, con su paulatina pérdida de protección frente a las enfermedades cardiovasculares o la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (epoc).