La víctima, Pedro Alberto C. R., tenía 58 años y era natural de Argentina. Su cadáver fue encontrado el 30 de septiembre de 2006 con un corte en el cuello y, tras la inspección ocular, los agentes recogieron una navaja con manchas de sangre.

En las proximidades del centro de salud de la Casa de Campo se incautaron también de una bolsa de tela, que fue reconocida como propiedad de la víctima. Por último, localizaron dos billetes de cinco euros con los que el autor del homicidio pagó la carrera de un taxi que tomó para huir tras cometer el crimen. El propio vehículo fue sometido a un exhaustivo examen para recoger todos los indicios, vestigios y huellas que pudiera haber dejado el homicida.

Las investigaciones se centraron en las personas que frecuentaban el albergue de San Isidro, al que solía acudir la víctima, y en su entorno. Los agentes fueron así identificando a las personas más cercanas, a las cuales se interrogó acerca de su relación con la víctima y de sus coartadas para las horas en que tuvo lugar el suceso.

Trascurrido un año desde el homicidio, concretamente el 19 de octubre de 2007, los investigadores tuvieron conocimiento del intento de suicidio de un indigente, en su día compañero de albergue de la víctima. Su nombre constaba en los archivos, pero los agentes no pudieron interrogarle puesto que había dejado de acudir al albergue, precisamente desde la fecha del homicidio.

Resultaron entonces fundamentales las muestras de sangre recogidas en la inspección ocular: las obtenidas en la navaja de este individuo coincidían plenamente con las manchas de la bolsa de tela de la víctima, con las de los dos billetes de cinco euros y con restos de sangre en el asiento del taxi. Todas presentaban el mismo perfil de ADN.

Identificado el presunto autor del homicidio, sólo restaba su localización, para lo cual los agentes recorrieron numerosos centros de ayuda asistencial y albergues. Así llegaron hasta el centro de atención a toxicómanos de Avenida de Portugal, lugar que frecuentaba el sospechoso, y en la mañana del pasado viernes se estableció un dispositivo especial que concluyó con su arresto.

José Ángel de F. H. posee nueve antecedentes por robos con fuerza y con violencia, daños, desórdenes y amenazas y ya ha pasado a disposición judicial.