Al parecer, la trama descubierta facilitaba certificados falsos de empadronamiento con el fin de que los inmigrantes de l comarca de Osona pudieran obtener el permiso de residencia y permanecer en el Estado español.

Según indicaron las mismas fuentes, el máximo responsable de la guardia urbana de Roda de Ter colaboraba con el súbdito argelino, conocido como "el moro Juan", y que actuaba de intermediario. Este último declaró que Felipe Mateo le proporcionaba los impresos y los sellos del Ayuntamiento para poder falsificar los certificados.

La Policía encontró en una gestoría de Sant Hipolit de Voltrego (Barcelona), na población cercana a Vic, los expedientes de los seis marroquíes detenidos y fotocopias de los certificados falsos.

Los inmigrantes detenidos declararon que recibían los doecumentos a cambio de 30.000 o 40.000 pesetas por cada certificado. Los seis marroquíes pasaron a disposición del titular del juzgado de instrucción número 2 de Vic. La investigación fue ordenada después de que el juez recibiera una denuncia de uno de los extranjeros que afirmó haber sido víctima de un engaño.