Según desvela la biografía de la segunda dama del país ------------------------------------------------------
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El distanciamiento personal entre Carmen Romero y Alfonso Guerra influyó en el enfriamiento de las relaciones entre Guerra y Felipe González", según Marta Robles y Almudena Bermejo, autoras del libro "La dama del PSOE", una biografía de la mujer del presidente publicada por Nuer Ediciones.
"Carmen Romero conoció a Alfonso Guerra estudiando Filosofía y fundaron juntos larama sindical de enseñanza Fete-UGT. Entonces estaban muy unidos, pero se empezaron a distanciar cuando él empezó a utilizar la cultura como estrategia política", según Almudena Bermejo.
"Ella es muy echada para adelante, y Guerra, que ha intimidado a buena parte de las gentes del partido, no la asusta nada", opina Marta Robles. "Carmen tiene muchos amigos de la juventud que ahora son enemigos declarados de Alfonso y además no soporta que él sea tan misógino cuando ella es una defensora a ultranza delfeminismo".
A través de las páginas del libro, Robles, que trabaja habitualmente en Tele-5, y Bermejo, en Telemadrid, recorren la vida de la que llaman la "presidenta consorte", que tiene mucho que ver con la evolución de otros miembros del llamado "clan sevillano", que luego se convertiría en la cúpula del partido en el poder.
PERDIDA DEL IDEALISMO
Marta Robles explicó que Carmen Romero debe estar muy desencantada de cómo ha evolucionado el PSOE en estos años, "porque ella comenzó de una formamuy idealista, más apegada a la rama sindical del partido que siempre parece una lucha más real, y no le hará mucha gracia ver en qué queda lo que había soñado y por lo que ha luchado".
También le afectó mucho tener que acatar una serie de obligaciones cuando se convirtió en la mujer del presidente del Gobierno, en la segunda dama del país, que aunque no tiene protocolo asignado, le merma mucha libertad y la condena a un papel de consorte.
Sin embargo, ese papel de mujer del presidente le ha inflido mucho en su actuación como diputada de Cádiz: "Cuando va a su circunscripción no va de diputada, sino de presidenta; no hace lo que hacen otros diputados, trabajar al pie del cañón, sino que es recibida por las autoridades", señaló Robles.
Cuando hay conflictos laborales no va a pie de muelle a defender a los trabajadores, como correspondería a una ex líder ugetista, e incluso se permitió preguntar, tras el altercado entre Cristina Almeida y la policía, que qué hacían allí ella e Isabel Vilallonga Y esa condición de diputada privilegiada provoca críticas de sus compañeras en el Congreso.
La decisión de que Carmen Romero se presentase a las elecciones generales por la provincia de Cádiz surgió en un momento en que el PSOE atravesaba una mala situación en Andalucía y especialmente en esa provincia, y la presionaron para que aceptase ese papel a pesar de que ella no quería meterse en política.
"Carmen Romero tiene menos tirón popular desde que es diputada", dijo Robles. "Mientras ha permanecdo callada, al margen, todo el mundo decía cosas como 'es perfecta, hace su vida, pero sólo come con García Márquez'. Ahora, cuando ha abierto la boca dicen 'hombre, pues no habla tan bien'".
UNA MUJER NORMAL
Las firmantes de "La dama del PSOE" aseguran que la esposa del presidente es una mujer normal, un ejemplo típico de los cambios que han sufrido otras tantas mujeres de su edad, de la generación de "la asignatura pendiente", que tiene su trabajo, sus hijos y su marido, pero le ha tocado vivir unpapel un papel determinado cuando Felipe se puso al frente de un partido y después al frente del país.
"Pero también esas circunstancias la han favorecido en cierta forma, porque ha podido satisfacer las inquietudes culturales que siempre tuvo y ha podido viajar, que le encanta, y ahora siempre lo hace en clase preferente", aseguró Bermejo. "Además, cuando salgan de La Moncloa, el matrimonio no volverá a su piso de la calle Pez Volador, en un barrio de clase media baja, sino a un chalé que se están haiendo en Somosaguas".
En cuanto a su relación con Felipe González, las autoras aseguran que no se trata de un amor fantástico, sino más bien de compañerismo y dependencia, "sobre todo de Felipe hacia ella. Carmen tiene las ideas muy claras y las impone", indicó Robles.
"Cuando ellos tuvieron una crisis muy fuerte, poco después de llegar a la presidencia, en la primera legislatura, el propio Ramón Rubial, el presidente del partido, les dio un toque y les pidió que eliminasen sus fricciones porque enían mucha representatividad".
Según se desvela en el libro, algunos contertulios de Carmen Romero se han quejado de lo aburrido que es Felipe González y tratan de zafarse cuando les invita a La Moncloa, e incluso ella misma trata de escaparse de vez en cuando y pide a sus amigos que la lleven por ahí fuera, porque los temas políticos no le divierten nada.
FALTA DE COLABORACION
La falta de colaboración, tanto por parte de la propia Carmen Romero como de otros diputados y periodistas, para hace el libro fue uno de los puntos negros de la realización de la biografía, y se encontraron con muchas evasivas de gente que en cualquier otro caso hablan sin tapujos sobre otros temas.
"Cuando planteamos a determinadas personas, muy conocidas en la profesión periodística, que nos dieran su opinión, decían 'no me atrevo', 'déjame que lo piense' e incluso alguna periodista llegó a decirnos en el Congreso: 'yo voy a pactar con fulanita lo que voy a decir para coincidir exactamente'", explicó Almudena Berejo.
"Había personas, que sabemos que son amigas muy íntimas de los González, que te decían: 'no puedo opinar sobre Carmen, porque no la conozco apenas', cuando en esta profesión nos conocemos todos y sabemos quién tiene acceso a La Moncloa y quién ha ido a la bodeguilla", añadió.
(SERVIMEDIA)
15 Dic 1992
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