El estudio, propuesto por la Universidad de Briston, se realizó entre mujeres del área de Avon, Inglaterra, que iban a darluz en 1992. Para llevarlo a cabo, el equipo de investigadores, dirigido por el doctor Jonathan Evans, pidió a estas mujeres que completaran varios cuestionarios sobre su estado emocional en diferentes etapas del embarazo y tras dar a luz al bebé. De este modo, las futuras madres realizaron el cuestionario a las 18 y 32 semanas de embarazo. También tuvieron que rellenarlo ocho semanas después del nacimiento del bebé, así como a los ocho meses del alumbramiento.

Tras analizar los resultados, los invesigadores han concluido que, a las 18 semanas, 11,8% de las mujeres se situaban en el grupo de 'probable depresión', mientras que a las 32 semanas el porcentaje aumentaba hasta situarse en el 13,5%, la cuota más alta registrada en el estudio. En cambio, tras el parto, los índices eran más bajos. A las ocho semanas se registró un 9.1% de casos de posible depresión y a los ocho meses el porcentaje no superaba el 1,6.

El doctor Jonathan Evans ha declarado que "nuestros resultados muestran que la depresióndurante el embarazo es más común que la depresión post parto. Ofrecer un tratamiento puede ser importante para ambos, tanto la madre como el futuro bebé".

La depresión durante el embarazo se ha relacionado con una escasa asistencia a los centros hospitalarios, con el bajo peso del bebé y con nacimientos prematuros.