EL DEFICIT INDUSTRIAL SE MULTIPLICO POR SIETE DESDE EL INGRESO EN LA CE
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
El déficit de la balanza industrial se multiplicó por siete desde el ingreso de España en la CE, al pasar de un superávit de 383.261 millones de pesetas en 1985 a un saldo negativo de 2.351.000 millones en 1990, según un inorme realizado por el economista del Estado Ricardo Martínez Rico con datos de la Dirección General de Aduanas.
De acuerdo con este informe, el déficit industrial representó el año pasado un 71,8 por ciento del déficit comercial total, que ascendió a 3.272.000 millones de pesetas. El resto correspondió a las balanzas agrarias (-145.030 millones) y energética (-776.279 millones).
La situación era muy diferente en 1985, año previo a la adhesión a la CE, cuando el déficit comercial, de 1 billón de psetas, obedecía exclusivamente a las compras energéticas, ya que los sectores agrario e industrial presentaban superávits de 63.815 y 383.261 millones de pesetas, respectivamente.
El empeoramiento del déficit industrial en los últimos cinco años tuvo una ligera marcha atrás en el 90, ya que se redujo en 32.000 millones de pesetas respecto a 1989, gracias a un aumento del 9 por ciento en las exportaciones frente a un crecimiento del 5,2 por cien en las importaciones.
Para el autor del informe, el eterioro de la balanza industrial muestra que las inversiones de los últimos años "no se han traducido en mejoras de competitividad", o bien éstas se han producido únicamente en el sector de bienes de equipo no exportables.
"De hecho", añade", "en la economía española se han seguido importando manufacturas de consumo de modo creciente (productos textiles, juguetes, muebles, calzado), siendo ello reflejo de que el tan ansiado enfriamiento económico ha afectado básicamente a la inversión".
A este rspecto, es significativo el hecho de que las importaciones de bienes de equipo, que en 1988 crecieron un 46 por cien, lo que hayan hecho sólo al 5,7 por cien en 1990, como consecuencia de la atonía inversora provocada por las medidas de enfriamiento.
Las dificultades planteadas por el endurecimiento de las condiciones financieras, añade el autor del informe "permite poner en duda la competitividad futura de la industria española, ya que muchos de sus sectores necesitan todavía inversiones importantes ara mejorarla".
Destacan especialmente, a su juicio, "los descensos en las importaciones de calderas, máquinas de vapor, tractores, maquinaria agrícola, maquinaria textil, etc. Precisamente estos dos últimos sectores (agrícola y textil) están particularmente necesitados de fuertes inversiones par lograr una mayor productividad".
FALTA DE COMPETITIVIDAD
El informe llama la atención también sobre "la falta de competitividad de los sectores tradicionales de la exportación española (fundamentalment textil, calzado, juguete, muebles, etc.) afectados entre otros aspectos por la competitividad creciente de los productos del Sudeste Asiático, pero también por la evolución del tipo de cambio nominal y el diferencial inflacionista".
Los problemas de estas industrias son particularmente preocupantes porque se trata de sectores con una fuerte tradición exportadora, intensivos en mano de obra y que todavía están relativamente protegidos por la política comercial española, "por lo que el deterioro comercal todavía puede ser mayor conforme se vayan eliminando las restricciones comerciales".
Sus resultados en 1990 dan ya, en algunos casos, señales visibles de crisis. El sector textil, por ejemplo, tuvo un déficit de 174.904 millones de pesetas, casi 40.000 millones más que en el 89. Sus ventas al exterior sólo crecieron en 16.500 millones, en tanto que las compras lo hicieron en 56.000 millones.
Asimismo, el sector juguetero tuvo un déficit de 7.776 millones de pesetas, con lo que su tasa de coberura bajó del 90 al 81 por ciento, y el de movibiliario vio reducir su superávit hasta 16.083 millones. Su tasa de cobertura pasó del 280 al 125 por cien entre 1986 y 1990.
Incluso la industria del calzado, la más poderosa entre los sectores fabricantes de artículos de consumo, ha sufrido un drástico recorte en su tasa de cobertura, desde el 1.192 por cien en 1987 al actual 714 por cien, que le permitió obtener un superávit de 132.937 millones de pesetas el año pasado.
No obstante, este superávit,según el autor del informe, "enmascara el creciente deterioro de la industria, que sobrevive, en parte, gracias a la economía sumergida y forzando los precios en exportación (en 1990 estos precios han bajado alrededor del 0,5 por cien)".
PRONOSTICO
De cara a los próximos años, el informe advierte que dos de los principales capítulos de la exportación española (automóviles y productos siderúrgicos) tienen limitadas sus posibilidades "por la evolución futura de los mercados internacionales".
En e caso de los automóviles, a esa perspectiva se unen otras dificultades derivadas de "el previsible efecto negativo de la apertura a los automóviles japoneses, así como porque no se prevén inversiones significativas en el sector para un futuro próximo".
Por esa razón, a juicio del autor del informe, no debe olvidarse la necesidad de potenciar la competitividad de los sectores tradicionales, porque serán los que en el momento de recuperarse la demanda interna ayuden a mantener el déficit de la balanza idustrial en niveles aceptables.
En su opinión, estas consideraciones "parecen especialmente relevantes en un contexto en el que, si se acepta el carácter endémico de la subalanza agraria y energética, comienza a ponerse en tela de juicio el nivel de sostenibilidad de la balanza por cuenta corriente español al existir ciertas dosis de incertidumbre sobre la evolución fugura de la subalanza de servicios así como sobre los flujos de capitales invertidos en la economía española".
El informe concluye eñalando que las cifras de la balanza industrial podrían mejorar con un tipo de cambio real más favorable y el crecimiento del comercio internacional como consecuencia de la mejora de las expectativas o de resultados positivos en la Ronda Uruguay del GATT.
(SERVIMEDIA)
29 Abr 1991
M