En este comunicado Dal Pino explica que ya en el mes de enero trasladó el centro de su "vida profesional y familiar a California. Por lo tanto, es imposible continuar en mi función de presidente de la Serie A. Ha sido un honor presidir la Asamblea y el Consejo de Administración de esta asociación y os agradezco a todos los dos años que hemos pasado juntos”.

En esta carta insiste en que desde el inicio de su mandato, ha tratado de abordar “las cuestiones críticas de la gobernanza y la innovación de la Serie A, persiguiendo la creación de una Sociedad de Medios de Comunicación y la entrada de fondos de Capital Riesgo en el capital”. Se muestra orgulloso de que “el primer proyecto se ha conseguido en la práctica con el centro IBC de Lissone gracias al trabajo de la estructura de la Liga y espero que pronto se produzca también la transformación de la gobernanza con un modelo de empresa pública. La propuesta de los fondos, en cambio, ha encallado”, se lamenta.

En este punto insiste en “la bondad del proyecto” que fue “desgraciadamente, certificada por otros, como LaLiga española que ha cerrado un acuerdo con el private equity (capital de inversión) que había iniciado todo con nosotros y con otras Ligas europeas que persiguen la misma visión estratégica. He intentado proponer ideas e innovación en un contexto resistente al cambio”.

Muestra su orgullo “de haber trabajado con una unidad de propósito muy estrecha con la Federación Italiana de Fútbol (FIGC)” y da las gracias al presidente Gabriele Gravina, “un caballero, un amante del deporte y un inspirado guía del fútbol italiano y de los principios de equidad y lealtad deportiva con el que he compartido dos años de batallas codo con codo para sobrevivir a la pandemia e intentar relanzar el fútbol italiano en medio de un sinfín de dificultades externas e internas. Os deseo un buen trabajo y mucho éxito”.

A la luz de la renuncia de Dal Pino, precisamente el presidente de la Federación de Fútbol, Gabriele Gravina, ha enviado una carta al CEO de la Liga de la Serie A, Luigi De Siervo, pidiéndole que convoque una asamblea para nombrar un nuevo responsable de la Liga.