Las opiniones de los asistentes al acto se dividieron entre los que piensan, como Tamames, que la única salida a la actal situación de Cuba pasa por un levantamiento del embargo económico por parte de la Administración de Bill Clinton, y otros, entre ellos Oppenheimer, que opinan que es Castro quien tiene que dar el primer paso, reuniéndose con la oposición de su país.

Tamames, que actualmente ocupa una cátedra de Economía, después de abandonar la carrera política y la militancia comunista, recordó que Roosevelt, cuando era presidente de Estados Unidos, permitió la nacionalización del petroleo en México y convirtió a uerto Rico en un estado asociado: "luego, si quiere, Clinton tiene los cauces necesarios para liberar a Cuba de este acoso".

Por su parte, Andrés Oppenheimer señaló que "la única salida que le queda a Castro es reconocer que no está en posesión de la única verdad, aceptar las posturas de otros cubanos que quieren un sistema democrático y no imponer con violencia sus propios postulados, que le han llevado a encastillarse en un régimen totalitario muy lejano a lo que fue la revolución".

Oppenheimer un periodista argentino afincado en Estados Unidos, que trabaja en el diario "The Miami Herald" y formaba parte del equipo que obtuvo en 1987 el Premio Pulitzer por la cobertura del escándalo Iran-Contra, mantuvo entrevistas con muchos personajes de todo el espectro político de Cuba, dentro y fuera de la isla, para elaborar este documento.

"El mejor servicio que podía prestar como periodista era tratar de conocer el máximo número de detalles y exponerlos para que sea el lector el que saque sus concluiones, pero en ningún momento tomar partido o hacer valoraciones personales", explicó el autor, que confesó que lo que más le preocupaba era no hacer un libro aburrido, como son la mayoría de los que tratan el mismo tema, lo cual le hubiera restado eficacia y credibilidad.

"La hora final de Castro", narra los acontecimientos más recientes ocurridos en Cuba y que revelan una situación abocada a la catástrofe, si el dirigente no cambia de actitud, y presenta a una serie de personajes que describen los sntimientos reales del pueblo cubano.

Uno de esos personajes es Canek Sánchez Guevara, nieto del "Ché" Guevara, un músico "punk", que le dijo a Oppenheimer que "la revolución se ha anquilosado y está en ruinas. La policía ahora coge a un joven que lleve el pelo largo o la barba desaseada y lo detiene; olvidan que mi abuelo y el propio Fidel eran unos barbudos de largas melenas".