Según los datos que maneja la directora general, del 31,7% de las mujeres que entraron en la cárcel el pasado año consumían drogas por vía parenteral y más del 20% confiesa que comparte jeringuillas, el 28% confiesa que tiene prácticas de riesgo y el 15% tiene parejas seropositivas.

La responsable de prisiones destacó en su intervención el alarmante crecimiento de la población reclusa femenina que se ha incrementado dese 1980 en un 800%, a una velocidad muy superior a la que se registra en el caso de los hombres.

Si en 1980 las mujeres presas sólo eran 487, en octubre de este año la cifra ascendió a 3.997. El mayor incremento se produjo entre los años 1987 y 1994 por la masiva incoporación de la mujer al consumo y tráfico de drogas.

Según los datos ofrecidos por la directora general de Instituciones Penitenciarias el 54,66% de las mujeres encarceladas están condenadas por delitos contra la salud pública (tráfic de drogas) y el 17,74% por delitos contra la propiedad que, en la mayoría de los casos, están directamente relacionados con el consumo de estupefacientes.

Tan sólo un 8,59% de las presas están condenadas por delitos cotra las personas. Fernández Felgueroso destacó como dato importante el hecho de que los delitos contra la salud y la propiedad están aumentando notablemente entre las mujeres mientras que descienden en el caso de los hombres.

También llamó la atención sobre el hecho de que lo centrs de mujeres registran menos casos de violencia puesto que sólo es una minoría la que está involucradas en delitos de sangre.

Los niveles de reincidencia son, sin embargo, menores en el caso de las mujeres que en el de los hombres. Ellas regresan a la cárcel en una proporción del 42,56%, mientras que ellos lo hacen en un 55,8% de las ocasiones.

MAS CARCELES

Las instituciones penitenciarias de mujeres están, según dijo Felgueroso, afectadas de problemas específicos derivados de la masificación iparable de los centros.

Para solucionar este problema la Administración tiene previsto abrir ocho nuevos centros penitenciarios en los próximos tres años con capacidad para unas 8.000 reclusas.

En estos centros se tratará de subsanar las condiciones de "extrema marginalidad" que afectan a las mujeres reclusas y que queda patente al comprobar que una de cada cinco no ha ido nunca a la escuela y son analfabetas.

El perfil de las reclusas se completa al añadir que se trata habitualmente de mujees que viven en grandes ciudades como Madrid, Bilbao, Zaragoza, Valencia y Sevilla, siendo Andalucía la comuniad que mayor número de presas tiene seguida de Madrid y Valencia.

El 16,9% de las mujeres condenadas en cárceles españolas son extrajeras, principalmente sudamericanas (el 10%), europeas (el 3,8%) y africanas (el 2,8%). La mayoría tienen entre 21 y 35 años y su edad media es de 32 años.

SOLO MENORES DE DOS AÑOS

Paz Fernández Felgueroso se mostró partidaria de cambiar la legislación vigete para impedir que los niños mayores de dos años de edad puedan permanecer en prisión junto a sus madres. En la normativa actual se contrampla la posibilidad de que los hijos de las reclusas permanezcan junto a ellas hasta el inicio de la educación obligatoria a los seis años.

Por el momento, Instituciones Penitenciarias se limita a convencer a las madres de los beneficios que puede suponer para sus hijos el criarse fuera de la cárcel pero estudia una reforma legal que apoye esta postura.

En laactualidad hay en las cárceles españolas 221 niños de los que 135 son menores de dos años, 60 tienen entre dos y cuatro y 26 entre cuatro y seis. El 20% de ellos son extranjeros.

Instituciones Penitenciarias proyecta realizar un estudio sobre los efectos de la vida carcelaria en los niños que servirá de apoyo a su postura de evitar su permanencia en los centros.

La responsable de prisiones destacó también la creciente importancia de experiencias de unidades dependientes para presas de tercer grad que les permiten vivir con sus hijos en pisos fuera de la cárcel con control de la Administración.

Anunció también que esta experiencia se extenderá a nucleos familiares en los que tanto el padre como la madre esten presos y tengan hijos. En la actualidad hay más de 60 parejas en estas condiciones y tienen en total 74 hijos. Todos los grupos parlamentarios se mostraron a favor de la medida.