En su comparecencia en la Comisión de Industria, Turismo y Comercio del Congreso, Martínez Ten aclaró que "estamos hablando de una cantidad de una decena de milicurios", que calificó de "pequeña".

Si se ha sancionado con gravedad este incidente, es por la importancia que entrañan los "errores procedimentales" en que incurrió la central, que no evitó errores por no actuar a tiempo, y que informó de un escape menor del que, finalmente, resultó ser, tras las averiguaciones del CSN

Martínez Ten hizo hincapié en que la notificación de inidentes "es una cosa buena".

En este sentido, explicó que en España la media se sitúa en siete incidentes por reactor y año, lo que supone un número menor que las plantas francesas y un poco mayor que las norteamericanas.

En concreto, en 2007 hubo 96 sucesos notificables, todos ellos de nivel 0 en la escala INES menos uno, de nivel 1, en Ascó II. De estos 96 sucesos, "se hace una criba para llegar a los sucesos significativos", es decir, los relevantes.

En 2008, "hasta ayer", se han registrado 66 sucesos notificables. "La diferencia es su signifiación", ya que el escape de partículas en Ascó I se calificó con nivel II en la escala INES.

Martínez Ten subrayó que, cuando apenas se registran sucesos, significa "que las centrales no están notificando". "Que las centrales sumerjan la notificación es muy mala noticia. Las notificaciones son una señal de salud del sistema. Pero, si cada vez se dice que mañana va a explotar la central, hacemos un flaco favor al sistema", dijo.

En este sentido, la presidenta del regulador propuso en su intervención limitar la información que se facilita sobre incidencias o problemas surgidos en las centrales nucleares, porque la actual transparencia contribuye a generar alarmas injustificadas entre la población.