CSIF trasladó en un comunicado preocupación por la falta de acuerdo en la negociación del nuevo concierto sanitario entre el Gobierno y las aseguradoras Asisa, Adeslas y DKV, que vienen manifestando la intención de retirarse si las condiciones no mejoran.

El concierto debería estar cerrado en el mes de octubre para garantizar la continuidad de la asistencia sanitaria desde el comienzo del próximo año 2025, según explicó el sindicato, que consideró que la calidad de la atención sanitaria del funcionariado no puede estar comprometida por la falta de inversión. Así, solicitó que se adecúe la prima para poder prestarse el servicio sanitario “sin los recortes acontecidos en el último concierto”.

CSIF lamentó que el modelo sanitario para los funcionarios “se está viendo abocado a un deterioro continuo por una inversión deficitaria” y avisó de que no descarta movilizaciones para defender su supervivencia.