Según datos de Ecoembes, sociedad que gestiona la recogida selectiva de envases y papel en España, la menor demanda ha hecho que el precio del PET (plástico muy usado en envases de bebidas y textiles) haya caído un 40% y, el polietileno de alta densidad (PEAD, para envases de detergentes y artículos del hogar), un 78%. El precio del acero reciclado ha bajado un 90%; el aluminio, casi un 65% y, el papel-cartón, un 83%.

En Felma, empresa de reciclajes de la localidad toledana de Yeles, están teniendo "casi que regalar" la materia prima reciclada. Las granzas ("lentejas" de plástico reciclado) que produce esta compañía valían en agosto 950 euros la tonelada (frente a los 1.500 euros de la materia prima virgen) y, ahora, "mendigan" la tonelada por 480 euros, cuando el producto virgen se vende a 750 euros la tonelada.

"Nuestros costes son los mismos", explica Miguel Carreras, director industrial de Felma, "pero hay mucha oferta y poca demanda, y tenemos casi que regalar". Los cerca de 150 clientes de la empresa que se surten de esta materia reciclada fabrican bolsas de basura, plásticos para invernaderos, tuberías y botellas para detergentes, entre otras cosas.

Ecoembes, la sociedad que gestiona la recogida selectiva, también ha visto reducidos sus ingresos por la crisis económica porque, al caer el consumo, las empresas envasadoras adheridas al sistema están teniendo que pagar menos por poner menos envases en el mercado.

Este pago (conocido como concepto de "punto verde") de las 12.376 empresas adheridas permite a Ecoembes sufragar el coste de la recogida selectiva a nivel local, junto a los ingresos obtenidos por la venta de materiales de las plantas de selección a los recicladores, que también se están viendo mermadas.

SE RECICLA MÁS

Y esto, mientras los españoles reciclan más: los datos provisionales de Ecoembes para 2008 apuntan a que el año se cerrará con más de 1,25 millones de toneladas de envases de plástico, "bricks" y latas reciclados, lo que supone el 60% de los que salen al mercado. El año anterior ese porcentaje fue del 56,1%.

En la planta de clasificación de envases de Pinto (Madrid), donde separan los materiales antes de venderlos a los recicladores, aseguran haber visto "de todo": los 1,2 millones de habitantes cuyos residuos gestiona tiran al "cubo amarillo" mucha materia orgánica, restos de poda y plásticos que no se reciclan, porque no son envases: desde juguetes y neveras de playa hasta cuadros de bicicleta, productos "impropios" que hay que retirar a mano de las cintas clasificadoras.

Por esta razón, Ecoembes está preparando campañas "no ya para reciclar, sino para hacerlo bien". En tiempos de crisis, esto ayudará a conseguir un proceso más eficiente y, por consiguiente, ahorrar costes en el sector.