Así consta en un estudio elaborado por el Partido Animalista Pacma y dado a conocer este lunes coincidiendo con el fin de la temporada cinegética y en el marco de una campaña de esta formación contra la caza y el uso de recursos públicos para favorecerla.

El estudio detalla las cuantías de los fondos públicos recibidos por empresarios y terratenientes que ostentan las propiedades de caza más afamadas del país.

La finca de Valdepuercas (Cáceres), de 18.000 hectáreas, es el coto de caza privado más grande de España. Pertenece al empresario siderúrgico José María Aristrain y en los últimos cuatro años recibió 51 subvenciones repartidas entre las direcciones generales de Política Agraria Comunitaria y de Agricultura y Ganadería de la Junta de Extremadura, y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, por valor de 467.990 euros.

Sin embargo, esta cifra no es comparable a los más de 2,46 millones de euros que en ese mismo periodo de tiempo recibieron los hermanos Rafael y José María Finat en concepto de 85 ayudas y subvenciones diferentes para el funcionamiento de su finca de caza ‘El Castañar’, ubicada en la ciudad de Toledo. En esta ocasión, el dinero manó de las direcciones generales de Agricultura y Ganadería, y de Políticas Agroambientales de la Junta de Castilla-La Mancha, además del Ministerio de Agricultura.

CASTILLA-LA MANCHA

Cuatro de las 10 fincas de caza privadas más conocidas se encuentran en Castilla-La Mancha; segunda comunidad autónoma con mayor número de cotos de caza del país (5.814, solo superada por los 7.532 de Andalucía) y con un 87% de su territorio destinado a este fin.

Además de ‘el Castañar’, alberga otras tres renombradas fincas en Ciudad Real: ‘La Garganta’, ‘El Lobillo’ y ‘El Castaño’. Todas ellas tienen entre 9.600 y 15.000 hectáreas, y pertenecen a acaudalas familias de empresarios y aristócratas, en su mayoría españoles.

‘La Garganta’, de 15.000 hectáreas y propiedad heredada del joven duque de Westminster, Hugh Grosvenor (uno de los hombres más ricos de Inglaterra), es uno de los lugares de caza favoritos de las casas reales europeas. Entre 2019 y 2022 recibió más de 1,4 millones de euros de fondos públicos divididos en 75 subvenciones, entre las que destacan una de 169.500 euros de la Dirección General de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla-La Mancha, y otra de 178.900 euros un año más tarde.

Por su parte, las fincas ‘El Lobillo’ y ‘El Castaño’, de unas 10.000 hectáreas cada una y pertenecientes al empresario y terrateniente Juan Abelló, y a la familia Botín, respectivamente, recibieron entre 2019 y 2022 un total de 753.000 y 242.200 euros en un global de 81 subvenciones.

OTRAS FINCAS

En el estudio de Pacma también aparece el nombre de una de las familias ganaderas más acaudaladas de Andalucía: los Mora-Figueroa Domecq, conocidos principalmente por ser uno de los principales proveedores de toros para su uso en actividades taurinas en España.

Son propietarios de la finca ‘Las Lomas’, de 12.000 hectáreas y ubicada en la provincia de Cádiz. Las ayudas públicas recibidas, en este caso, son inferiores, con 102.000 euros en los últimos cuatro años, provenientes sobre todo del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

El dueño de la Banca March y presidente de la Corporación Financiera Alba, Carlos March Delgado, es propietario de las 10.000 hectáreas que componen la finca ‘Los Altarejos’, en Sevilla. A pesar de la fortuna que concentra, la Administración española le concedió en cuatro años 38 ayudas y subvenciones por valor de más de 580.000 euros.

Por último, muy concurridas por célebres cazadores pero inferiores en número de hectáreas, se encuentran fincas como ‘El Tochar’ (9.000 hectáreas), en Valencia; ‘Los Alarcones’ (8.900 hectáreas), en Jaén, y ‘La Azagala’ (7.000 hectáreas), en Cáceres, que recibieron, por este orden, 85.600, 29.500 y 197.000 euros públicos entre 2019 y 2022.

‘La Azagala’ es propiedad de Alfonso Álvarez de Toledo, marqués de Valdueza, y las otras dos, de los empresarios y terratenientes Jesús Franco y Samuel Flores.