LOS CONTENEDORES QUE TRANSPORTARAN LOS RESIDUOS RADIACTIVOS MAS PELIGROSOS EN ESPAÑA SOPORTARAN TERREMOTOS Y TORNADOS

MADRID
SERVIMEDIA

Los contenedores que transportarán los residuos de ata actividad que generan las centrales nucleares al Almacenamiento Temporal Centralizado (ATC) que la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa) tiene previsto construir la próxima década, estarán preparados para soportar temperaturas extremas, tornados y movimientos sísmicos de intensidad moderada.

Según Jorge Lang-Lenton, director de Comunicación de Enresa, el contenedor tendrá unas características similares al que ya utilizan algunas centrales de EEUU para almacenar en seco los residuos, conla particularidad de que también estarán capacitados para transportar los residuos radiactivos sin necesidad de manipularlos.

Los primeros contenedores de este tipo se empezarán a utilizar en la Central Nuclear de Trillo (Guadalajara) antes del 2003, cuando la capacidad de la piscina situada en el interior del edificio de contención que ahora acoge el combustible gastado de alta actividad quede saturada.

La central está pendiente de obtener el permiso definitivo del Ministerio de Industria para uilizar el nuevo sistema de almacenamiento en seco, que cuenta con el visto bueno del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN).

El contenedor, diseñado por la empresa española Equipos Nucleares SA (ENSA), medirá cinco metros de altura, tendrá un diámetro de 2,40 metros y su coste superará los cien millones de pesetas.

Para evitar la fuga de radiactividad al exterior, se le dotará de un blindaje neutrónico que consistirá en un polímero absorbente de neutrones que contendrá carburo de boro. Además, se recbrirá de una capa de plomo de unos 30 centímetros de grosor y en el interior se dispondrán 36 aletas bimetálicas que facilitan la disipación del calor que emiten los elementos combustibles.

Los contenedores de Trillo, a diferencia de lo que ocurre en centrales estadounidenses como la de Surry, en las que se encuentran al aire libre, se dispondrán en el interior de un edificio cuya base se construirá utilizando hormigón armado.

Cada uno de estos barriles podrá albergar 21 elementos combustibles, cda uno de los cuales pesa algo menos de media tonelada, por lo que la central llenará dos de estos barriles cada año. Una vez que se hayan depositado todos los elementos combustibles, el peso del contenedor no deberá rebasar las 118 toneladas.

El combustible que se almacenará en los contenedores llevará al menos cinco años depositado en la piscina de la central, lo cual, según Lang-Lenton, habrá facilitado su enfriamiento y el que haya decaído parcialmente la radiactividad.

ALMACENAMIENTO TEMPORAL La principal novedad de estos contenedores respecto a los que ya existen en las centrales norteamericanas, algunos de los cuales han sido construidos por ENSA, radica en que podrán ser transportados al ATC que Enresa construirá para acoger los residuos de alta actividad mientras se construye un almacenamiento geológico definitivo sin necesidad de manipular los residuos que se encuentran en su interior.

Este almacenamiento deberá estar disponible antes del 2013, ya que para entonces las piscinas de as centrales estarán saturadas, por lo que su construcción deberá iniciarse con antelación a esa fecha.

La intención de Enresa es que los residuos sean trasladados en contenedores de doble uso, capacitados para el almacenamiento y el transporte, similares a los que se utilizarán en Trillo, al ATC primero y al almacenamiento definitivo posteriormente.

Las nueve nucleares españolas producen anualmente unos 260 metros cúbicos de residuos de alta actividad, por lo que desde que se puso en marcha el prque nuclear español, las centrales han generado unos 3.100 metros cúbicos.

El combustible gastado de las centrales constituye la práctica totalidad de los residuos radiactivos de alta actividad, los cuales tienen una vida media de miles de años, que se generan en España.

(SERVIMEDIA)
03 Mar 1997
GJA