Salud y medio ambiente

La contaminación del aire nubla la mente y dificulta las tareas cotidianas

- Según un estudio

MADRID
SERVIMEDIA

La capacidad de las personas para interpretar emociones o concentrarse en la realización de una tarea se reduce por la exposición a corto plazo a la contaminación del aire por partículas finas (PM2.5), lo que potencialmente hace que sea más desafiante realizar actividades cotidianas como comprar en el supermercado.

Esa es la conclusión principal de un estudio realizado por investigadores de las universidades de Birmingham y Manchester (Reino Unido), y publicado este jueves en la revista ‘Nature Communications’.

La contaminación atmosférica es el principal factor de riesgo ambiental para la salud humana en el mundo, ya que aumenta la mortalidad prematura. Los efectos perjudiciales de la mala calidad del aire en los sistemas cardiovascular y respiratorio son ampliamente reconocidos, y están vinculados con enfermedades neurodegenerativas como la esclerosis múltiple, el alzhéimer y el párkinson.

Las partículas PM 2.5 conforman el contaminante del aire más responsable de los efectos sobre la salud humana y a ellas se les atribuyeron 4,2 millones de muertes mundiales en 2015.

Los científicos descubrieron que incluso una exposición breve a altas concentraciones de partículas puede perjudicar la capacidad de una persona para concentrarse en las tareas, evitar distracciones y comportarse de una manera socialmente aceptable.

Los investigadores expusieron a los participantes del estudio a niveles elevados de contaminación del aire (humo de velas) o a aire limpio y evaluaron sus capacidades cognitivas antes y cuatro horas después de la exposición. Las pruebas midieron la memoria de trabajo, la atención selectiva, el reconocimiento de emociones, la velocidad psicomotora y la atención sostenida.

DESARROLLO INTELECTUAL

El trabajo revela que la atención selectiva y el reconocimiento de emociones se vieron afectados negativamente por la contaminación del aire, independientemente de si las personas respiraban normalmente o solo por la boca.

“Nuestro estudio proporciona evidencia convincente de que incluso la exposición a corto plazo a partículas en suspensión puede tener efectos negativos inmediatos en las funciones cerebrales esenciales para las actividades diarias, como hacer la compra semanal en el supermercado”, según Thomas Faherty, de la Universidad de Birmingham.

Francis Pope, de la Universidad de Birmingham, indica que “la mala calidad del aire socava el desarrollo intelectual y la productividad de los trabajadores, con importantes implicaciones sociales y económicas en un mundo de alta tecnología que depende de la excelencia cognitiva”.

“La reducción de la productividad afecta el crecimiento económico, lo que pone de relieve aún más la necesidad urgente de establecer normas más estrictas sobre la calidad del aire y medidas de salud pública para combatir los efectos nocivos de la contaminación sobre la salud cerebral, en particular en las zonas urbanas altamente contaminadas”, añade.

PERSONAS VULNERABLES

El funcionamiento cognitivo abarca una amplia gama de procesos mentales que son cruciales para las tareas cotidianas. La atención selectiva, por ejemplo, ayuda a la toma de decisiones y a la conducta orientada a objetivos, como priorizar los artículos de la lista de la compra en el supermercado, mientras se ignoran otros y se resiste a las compras impulsivas.

La memoria de trabajo sirve como un espacio de trabajo temporal para almacenar y manipular información, es vital para tareas que requieren procesamiento y almacenamiento simultáneos, y resulta esencial para tareas que requieren realizar múltiples tareas, como planificar un cronograma o hacer malabarismos con múltiples conversaciones.

La cognición socioemocional, que implica detectar e interpretar las emociones en uno mismo y en los demás, ayuda a orientar el comportamiento socialmente aceptable. Aunque se trata de habilidades cognitivas independientes, trabajan juntas para permitir la realización exitosa de tareas tanto en el trabajo como en otros aspectos de la vida.

“Este estudio muestra la importancia de comprender los impactos de la contaminación del aire en la función cognitiva y la necesidad de estudiar las influencias de diferentes fuentes de contaminación en la salud cerebral de los miembros mayores vulnerables de la sociedad”, apunta Gordon McFiggans, de la Universidad de Manchester.

(SERVIMEDIA)
06 Feb 2025
MGR/gja