Esa nueva infraestructura, que ya algunos denominan el "Leguidú" madrileño, podría ser una de las conclusiones del debate cultural que las autoridades madrileñas quieren desarrollar el próximo mes de octubre, que llevará pareja la realización de un "libro blanco" sobre la materia.

"Sería beno construir ese centro emblemático, ya que hay muchas compañías que no tienen donde ensayar y en la región faltan salas de exposiciones", según el consejero.

Para abordar esa obra, la CAM dispone de terrenos, como los del Canal de Isabel II, que servirían para hacer una gestion conjunta entre distintas administraciones y la iniciativa privada, aunque el Ayuntamiento parece descartado, porque "si no tiene para pagar los gastos del Consorcio de Transportes, como para pedirle más", explicó.

Para Lssavetzky, los tres cimientos del futuro "Leguidú" corresponderían a la Consejería de Educación y Cultura, a la iniciativa privada y al propio Ministerio de Cultura, "con quien estamos hablando mucho ultimamente y tenemos doce o trece programas conjuntos, en uno de los cuales contempla la posibilidad de una nueva infraestructura".

El modelo de construcción del "centro emblemático cultural" para Madrid es el centro francés de Pompidú, que podría estar gestionado por los propios artistas madrileños.

"EVOLUCION CULTURAL"

Por lo tanto, en el próximo otoño, la Comunidad Autónoma de Madrid (CAM) iniciará una "revolucion cultural", que incluirá la celebración de un debate y la elaboración de un "libro blanco", "que queremos iniciar sin saber en qué consistirá. Hay que dar un salto cualitativo en los temas culturales", insistió el consejero.

Ese centro, que los responsables del Ejecutivo autónomo echan en falta, si se construye, no sólo ofrecerá representaciones artísticas, sino que podría ser un lgar donde la gente acuda a practicar. Jaime Lissavetzky, que reconoce que emprender esa obra tiene la dificultad de que "estamos en periodo de recesión económica", indicó que desde la CAM "podríamos hacer ese esfuerzo".

Mientras tanto, desde Educación y Cultura están preparando un diseño del debate, que ofrecerá un conocimiento real de las infraestructuras que existen y del mapa cultural de la región.

Por otro lado, la intención del Ejecutivo que preside Joaquín Leguina es que la elaboración del nforme sobre la Cultura no se prolongue mucho en el tiempo. "Se debe ordenar el debate y en el verano del 93 debe estar todo terminado, con sus conclusiones para empezar a actuar por sectores", recalcó.

El cambio cultural en la CAM pretende "recuperar la efervescencia y la ebullición que había en otros tiempos, porque la cultura no puede estar secuestrada por ninguna élite, ni académica ni política ni de los medios de comunicacion", señaló.

Asimismo, Lissavetzky dijo que es necesario acabar con l crisis cultural, con los cierres de teatros, que, entre otras consecuancias, ha provocado que la gente vaya menos a los espectáculos, "ya que van siempre los mismos y no porque estén enchufados, sino por falta de información sobre lo que se hace".

TRANSFERENCIAS EDUCATIVAS

Otro de los temas abordados por Lissavetzky en la entrevista concedida a esta agencia fue el de las transferencias educativas, que se producirá tras su aprobación por el Parlamento nacional, a finales de 1992.

Ese nuevo hech supondrá duplicar los presupuestos de la CAM, cuando se asuman todas las transferencias, y parece ser que las materias universitarias serán las primeras que lleguen, en el curso 94-95.

Para las no universitarias, pendientes de la aplicación de la LOGSE, cuya aplicación será en el próximo curso escolar, se puede hablar de un plazo de 4 ó 5 años en asumir totalemente las competencias educativas.

No obstante, el consejero confía en que la educación de adultos, y la especial, entre otras, llegue ants.

El primer objetivo de la CAM es que el traspaso no sea traumático para los padres, profesores y alumnos, por lo que "estamos en buenas condiciones de asumirlo por dos motivos: primero, por el carácter uniprovincial de la región madrileña, que provoca un proceso menos complejo, y, en segundo lugar, porque hasta este momento ha habido una estrecha colaboracion entre el Ministerio de Educación y la Consejería de Educación", explicó el consejero.

"Creemos que podemos mejorar la gestión del ministeio, simple y llanamente, porque estamos más cerca de la realidad madrileña, sobre todo en los aspectos de planificacion", recalcó.

Uno de los "puntos negros" de la consejería es la educación especial, ya que, en opinión de su titular, "las cosas están menos avanzadas de lo que nos gustaría. Hay problemas para avanzar, sobre todo a partir de ciertas edades".

En las escuelas infantiles, primaria y EGB, las cosas están bastante claras con la integración de esos sectores. En todas las escuelas infantlers de la CAM existe un porcentaje de niños de integracion.

"En esas edades es fácil la integracion, no es muy problemática. El problema surge a partir de los 12 ó 13 años y no sólo por un problema de recursos", concluyó.