La iniciativa, una proposición no de ley, fue defendida en el pleno por la diputada socialista Carme Chacón, y respaldada por todos los grupos.

Todos los oradores subrayaron desde la tribuna la necesidad de reconocer la relevancia del cómic como creación artística, y recordaron personajes como Tintin, Astérix, o Corto Maltés, que han trascendido todas las culturas y han marcado a generaciones enteras de lectores.

Los socialistas recordaban en su exposición de motivos el siglo de vida que ha cumplido ya el cómic, con un origen ligado a la modernidad industrial y a la difusión cultural de los últimos años del siglo XIX.

Lo que al principio fue una mera innovación estética, argumentan, se convirtió en una nueva forma de expresión artística, un lenguaje propio fácilmente identificable que hoy resulta familiar para la mayoría de la población mundial.

Muchos personajes del cómic han sido y siguen siendo "símbolos universalmente aceptados" y, por tanto, concluyen los socialistas, su poder de comunicación debe ser reconocido oficialmente.

La proposición se aprobó con una enmienda del Bloque Nacionalista Galego (BNG) para que ese premio refleje el pluringüismo del Estado español, y con una sugerencia de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), recogida por los demás, para fomentar el cómic como creación artística.