Las recomendaciones que este grupo ha redactado sobre RSC serán llevadas a un pleno del Parlamento en septiembre y, una vez ratificadas, verá la luz la versión definitiva del denominado "Libro Blanco de la RSC".

El espíritu del citado libro blanco se basa en dos ejes fundamentales: la voluntariedad de la RSC y el fomento de la misma por parte de la Administración.

Para realizar este trabajo han pasado ante la subcomisión parlamentaria casi 50 expertos, entre los que figuran representantes de empresas, sindicatos, ONG, universidades, organizaciones de consumidores, administraciones y otras entidades.

El informe insta a las administraciones públicas a desempeñar un papel regulador para desarrollar determinados aspectos de este fenómeno del capitalismo moderno.

Igualmente, recomienda que se desarrolle una normativa que obligue a las entidades gestoras de fondos de inversión y planes de pensiones a indicar si incorporan o no criterios sociales y medioambientales para la selección de inversiones, de forma que se promueva una mayor transparencia en el mercado.

En este sentido, señala que el papel de los fondos públicos puede jugar un papel fundamental, de forma que en la próxima reforma del fondo de la Seguridad Social debería estudiarse la inclusión de criterios sociales y medioambientales en la gestión del mismo.

MARCO FISCAL FAVORABLE

Asimismo, el informe insta a aplicar beneficios fiscales a los inversores que inviertan en fondos específicamente destinados a financiar actividades económicas beneficiosas desde un punto de visto ecológico.

El informe también recomienda promover un marco fiscal favorable para las empresas que incorporen en su gestión criterios de RSC e informen sobre ellos en base a indicadores tanto ambientales como sociales.

Además, propone incluir en los pliegos públicos de compras y contrataciones aspectos que primen la responsabilidad social de las empresas.

En su vigésimo cuarto punto, el informe dice textualmente que "la compra y contratación públicas deben ser claras herramientas para el impulso de la RSC, enviando señales al mercado que serán reconocidas y premiadas las empresas que brindan a la sociedad un valor adicional en materia ambiental y/o social".

También insta a las poderes públicos a regular la elaboración de memorias de sostenibilidad para las empresas del Ibex 35, tal y como se ha hecho en Francia.