En una sentencia conocida hoy, el Alto Tribunal confirma la resolución de la Audiencia Provincial de Cáceres de junio de 2002, que condenó a V.J.Z.B por un delito de homicidio en grado de tentativa y también le impuso la obligación de indemnizar a la víctima de 33.833,10 euros y de mantenerse alejado de la víctima durante el periodo de la condena.

Tanto la víctima como otros compañeros de la clínica donde se produjeron los hechos se habían uejado ante la Gerencia de Atención Primaria del INSALUD del comportamiento del procesado y de varias "situaciones desagradables" que éste había protagonizado en el mencionado centro. Dichas quejas no fueron atendidas por la Gerencia.

El relato de hechos probados de la sentencia señala que el procesado, médico de guardia de la clínica cacereña, mantuvo una "agria discusión" con su compañera C.A.O.S porque ésta había atendido a una paciente que el agresor consideraba que le correspondía atender a él. Terminado el enfrentamiento verbal, V.J.Z.B. volvió con un martillo escondido en una bolsa e increpó a la víctima con expresiones como: "eres una sucia". "¿Por qué me has hecho esto?". Acto seguido, golpeó fuertemente con la herramienta la cabeza de la doctora, por lo que ésta comenzó a sangrar "de manera abundante".

No obstante, esto "no detuvo el ánimo inequívoco de matar" del agresor, según la sentencia, quien golpeó dos veces más a la mujer, mientras ella gritaba y pedía auxilio. Tras zafarse dl acoso del procesado, la médico emprendió la huida, pero fue perseguida por V.J.Z.B.

Logró alcanzarla nuevamente e intentó propinarle un nuevo martillazo en la cabeza, que finalmente impactó en el brazo de la víctima ante el movimiento defensivo que realizó.

En esas circunstancias, alertada por los gritos de socorro, acudió una ATS, que se interpuso entre ambos a fin de detener la agresión, lo que aprovechó la mujer para volver a intentar la huida, siendo por última vez golpeada en la cabeza, a esultas de lo cual cayó al suelo sin sentido.

Finalmente, y una vez recuperada la consciencia, C.A.O.S. logró escapar del lugar, gracias a la intervención de varias personas que se interpusieron y detuvieron al agresor. La doctora sufrió traumatismo cráneo-encefálico, así como diversas lesiones que precisaron asistencia médica de sutura, limpieza, desinfección, inmovilización del foco fractuario y rehabilitación.