El tribunal ha estimado en el caso de los sabotajes el atenuante de trastorno mental, aunque en ambas sentencias ordena su ingreso en un centro psiquiátrico penitenciario, de dondeno podrá salir si no recobra su equilibrio mental y sin la autorización expresa de los jueces.

La Sección Segunda de la Audiencia de Barcelona hizo públicos hoy los dos fallos por los hechos protagonizados por el procesado, de 22 años.

Según la sentencia, en los tres casos de descarrilamiento, que no provocaron víctimas, actuó de forma similar, pero creó "resultados dañosos muy importantes tanto para la seguridad y vida de los viajeros como para las líneas férreas perjudicadas".

El fallo defne estas situaciones como "altamente peligrosas" y añade que el acusado cometió los delitos "con la intención maliciosa de causar daño".

Sin embargo, la Audiencia de Barcelona ha considerado la eximente incompleta de enajenación mental, al considerar que Andrés Rabadán estaba afectado por una esquizofrenia paranoide, al creer que se sentía perjudicado por todos, aunque "la propia dinámica de los hechos pone de manfiesto que la alteración que sufría no le impidió decidir sobre sus actos".

Por otrolado, el procesado ha sido absuelto del parricidio de su padre, Marcial Rabadán, al que mató con una ballesta el 6 de febrero de 1994, ya que la Audiencia entiende que no fue consciente de los actos, por esquizofrenia, por lo que también ordena su ingreso en un psiquiátrico.