Según informa hoy la Asociación El Defensor del Paciente, la fallecida fue tratada por el especialista de Digestivo del Centro de Especialidades de Aguacate y los servicios de Urgencia del Hospital Doce de Octubre de Madrid, que llevó a un retraso de más de tres meses en la detección del citado cáncer de estómago.

Ello dio lugar a que la paciente acudiera a la medicina privada cuyo reintegro económico reconoce ahora la sentencia del tribunal. Según la Sección 8ª, "el cáncer estaba muy avanzado cuando dio los primeros síntomas y poco se podía hacer aunque se hubiera detectado".

R.B.I, de 63 años, comenzó a sufrir molestias en el estómago a finales del mes de marzo de 2004, que derivaban en intensos dolores y vómitos tras la ingesta. Se le diagnosticó Epigastralgia y dado que dicha patología no cedía al tratamiento, fue remitida a radiología para realizarle una placa de Rx esófago-gastroduodenal.

Se le citó para consulta con varios meses de demora, para octubre de 2004. El 26 de abril de 2004 la paciente acudió al Servicio de Urgencias del Hospital Doce de Octubre con sintomatología de dolor gástrico con náuseas y vómitos, lo que hacía sospechar una patología grave.

Ante la situación de la paciente se solicitó consulta con carácter preferente con la especialista, a pesar de lo cual le dieron cita para dos meses después, el 22 de junio de 2004, y se solicitó de nuevo el estudio radiológico, dándole cita para el 14 de julio de 2004, cita que fue anulada retrasándose hasta el 5 de agosto de 2004.

Durante este período de tiempo la paciente acudió en dos ocasiones (4 de junio de 2004 Y 25 de junio de 2004) al Servicio de Urgencias del Hospital 12 de Octubre por incremento progresivo y rápido de su sintomatología digestiva, "sin que fuera sometida a exploración alguna de la patología por la que consultaba y derivándola a su especialista extrahospitalario, con el tratamiento sintomático que ya tenía y que se había demostrado ineficaz", según la Asociación.

Según indica la sentencia, "esta demora importante en las exploraciones solicitadas sí determinó el que tuviera que acudir a la sanidad privada para obtener un diagnóstico y un tratamiento paliativo de su sintomatología cada vez más acusada, con grave perjuicio económica para sí misma y para sus familiares, cuando dicho alivio debía haberlo obtenido de la sanidad pública sin coste alguno añadido".