El garaje, propiedad de la compañía García Tejedor, está situado en el número 30 de la calle Jaime el Conquistador, en un patio interior de un edificio de siete plantas, en el que viven unos 200 vecinos, según explicó a Servimedia Jacinta Labrador, una de las inuilinas.

Los vecinos se quejan de la actividad del garaje y de los ruidos y molestias que produce desde primeras horas de la mañana, cuando los autobuses comienzan a entrar y salir del recinto.

"Cuando llega el verano", comentó Jacinta, "no podemos ni abrir las ventanas. Desde 1975, año en que el garaje entró en funcionamiento, nos hemos dirigido al Ayuntamiento para explicarle nuestras quejas, pero no nos han hecho caso y se han limitado a decir que vayamos a la Comunidad".

Recientemente, l Junta Municipal de Arganzuela ha concedido una licencia a la empresa de autobuses para que construya un puente de lavado y puedan limpiar los vehículos.

AGUAS RESIDUALES

Los vecinos creen que la maquinaria del tren de lavado producirá vibraciones intensas que afectarán a la estructura del edificio y que pueden provocar el derrumbamiento de sus casas. Además, denuncian que las aguas residuales van a parar a las arquetas de las fincas colindantes, produciéndose numerosos atascos.

Por su parte, e concejal de Arganzuela, Clemente Torres, declaró a Servimedia que los técnicos municipales han inspeccionado el garaje y éste cumple con los requisitos exigidos en las ordenanzas municipales.

"El Ayuntamiento les concedió la licencia para construir el túnel de lavado porque el garaje cumple con la normativa. Las pequeñas molestias de humos y ruidos quedarán reducidas con la instalación de esta maquinaria", indicó Torres.

El responsable municipal reiteró que si el puente de lavado ocasiona trastonos graves a los vecinos una que vez que sea puesto en marcha, el Ayuntamiento requerirá a la empresa que subsane los problemas y, si no lo hace, tampoco tendrá reparos a la hora de precintar el garaje.