Concapa y UDE han constituido una Plataforma por la Libertad de Conciencia, desde la que promoverán la objeción de conciencia con respecto a esta asignatura si, finalmente, el contenido curricular que se apruebe para ella va más allá de los principios constitucionales y "se mete en parcelas privadas".

Según Carbonel, éstas "sólo atañen a la ética y la moral de los padres, que son los que tienen que decidir la educación que quieren para sus hijos". Su temor es que la asignatura abordará "temas como la familia, la educación sexual, o el laicismo excluyente y antirreligioso".

Carbonel ironizó con que, para ejercer esta objeción de conciencia, se servirán de la propia LOE, a través del derecho de huelga de alumnos que se reconoce en su articulado.

Por otro lado, esta plataforma impartirá conferencias a las APAs de los colegios, pondrá en marcha una encuesta para saber la opinión de los padres sobre esta asignatura y no descarta convocar una manifestación.

Asimismo, "si fuera necesario, interpondrá los recursos jurídicos que pudieren proceder", ya que, en su opinión, esta materia es anticonstitucional. "Desde la dictadura, ningún Gobierno democrático ha tenido la osadía de imponer como obligatoria una asignatura de alto contenido adoctrinador", añadió.

"No se pueden transmitir valores con los codos, sino con el ejemplo", dijo Carbonel. Según consideró, esta materia abre la puerta a que el Gobierno de turno, ya sea el del PSOE u otro, impongan su ideología, creando "confusión para los críos".

Carbonel calificó de "crítica" y "catastrófica" la situación de la educación española, donde el fracaso alcanza al 30% de los estudiantes de Secundaria, según datos de la OCDE. A su juicio, una asignatura más, obligatoria y con carga lectiva, agravaría aún más esta situación.

Finalmente, la portavoz de UDE, Ana Querejeta, propuso que la polémica asignatura se plantee como alternativa a la Religión.