Internacional
El Comité de Emergencia Español advierte de que, un mes después del terremoto, en Myanmar la situación de la población afectada es desesperada

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Un mes después del terremoto, en Myanmar la población afectada por el seísmo se encuentra en una situación crítica, ya que las necesidades humanitarias son mayores que los recursos, según denunciaron este jueves las cinco ONG del Comité de Emergencia Español que están respondiendo a esta emergencia, Educo, Médicos del Mundo, Oxfam Intermón, Plan International y World Vision.
Su trabajo se centra en estos momentos en la atención a la población más vulnerable, niños, niñas y las mujeres, proporcionando alimentos, agua y asistencia económica, protección y refugio, atención médica y psicosocial, prevención de brotes epidémicos y apoyo educativo para la infancia, principalmente.
El 28 de marzo un terremoto de magnitud 7,7 causó más de 3.600 víctimas en Myanmar y devastó comunidades. Ese mismo día, el Comité de Emergencia Español se activó para canalizar la ayuda de la ciudadanía. Empresas y medios de comunicación se unieron al llamamiento conjunto para ayudar a las víctimas.
La Alianza ChildFund, de la que Educo es miembro, lleva operando en Myanmar desde 2012, poniendo el foco en proyectos relacionados con la infancia. Tras evaluar las necesidades más urgentes, los primeros esfuerzos se centraron en la distribución de alimentos, agua y kits de higiene, además de refugio temporal. Se está trabajando para dar apoyo educativo, psicosocial y protección a los niños y niñas, que siempre son los más vulnerables cuando se produce una catástrofe de este tipo.
Tras los devastadores seísmos del 28 de marzo en el centro de Myanmar, Médicos del Mundo, con presencia en el país desde 1993, desplegó de inmediato un equipo de emergencia en Mandalay para asegurar el acceso a la atención sanitaria de las comunidades más afectadas. En coordinación con organizaciones locales y autoridades sanitarias, la organización está apoyando clínicas y hospitales con personal, suministro de kits médicos y gestión de cuerpos para prevenir brotes epidémicos, además de preparar clínicas móviles y brindar apoyo psicosocial. Con una operación prevista de 3 a 6 meses, Médicos del Mundo hace un llamamiento urgente a la comunidad internacional para garantizar fondos adicionales y acceso humanitario sin trabas que permitan ampliar la respuesta y proteger a la población más vulnerable.
Oxfam Intermón en Myanmar, junto con las organizaciones locales socias, puso en marcha una respuesta de emergencia a las pocas horas del terremoto. Se enviaron suministros de primera respuesta, incluyendo kits de higiene, kits de dignidad y kits familiares, a las zonas más afectadas para satisfacer las necesidades urgentes y apoyar a los supervivientes durante este período crítico. El equipo continúa brindando asistencia vital a las localidades afectadas, como alimentos, agua y asistencia económica en Mandalay, Sagaing y otras zonas. En algunas zonas afectadas, Oxfam Intermón y sus socios han instalado cocinas comunitarias para distribuir comidas y proporcionar suministros de refugio, como lonas, mantas y mosquiteras.
Oxfam Intermón recuerda que ya antes del terremoto había enormes necesidades humanitarias en Myanmar. “La magnitud de este desastre requiere una respuesta global más amplia y coordinada para abordar tanto las necesidades inmediatas como la recuperación a largo plazo”, dice Rajan Khosla, director de la ONG en Myanmar. “Este es un momento crítico en el que Myanmar necesita más que nunca la solidaridad y la acción inmediata del mundo”.
Por su parte, Plan International, presente en Myanmar desde 2008, ha estado en las zonas afectadas trabajando duro para llegar a los niños, niñas y a sus familias afectadas por el terremoto, proporcionando ayuda de emergencia inmediata para salvar vidas y esfuerzos de recuperación a largo plazo desde las primeras horas después del terremoto.
Plan International ha ayudado hasta el momento a cerca de 9.000 personas afectadas por el terremoto -de las cuales más de la mitad son mujeres- en Mandalay, Sagaing y Naipyidó con ayuda vital, incluyendo alimentos, artículos de higiene, agua y saneamiento y otros artículos de primera necesidad, además de poner en marcha al menos 20 Espacios Amigos de la Infancia con actividades que apoyan la recuperación psicosocial de los más vulnerables en estas circunstancias: niños y niñas que necesitan urgentemente un refugio seguro y espacios para su adecuado desarrollo.
“Queremos volver a nuestros hogares. La educación de nuestros hijos se ha visto interrumpida, nuestros medios de vida han quedado destrozados. Anhelamos volver a la normalidad y a la estabilidad en nuestras vidas”, dijo una de las víctimas del terremoto a los equipos de respuesta a emergencias de Plan International.
World Vision advierte sobre la inminente llegada de la temporada de lluvias monzónicas que amenazan con aumentar los riesgos para la salud y agravar el sufrimiento de miles de niños, niñas y sus familias que han perdido sus hogares. “Durante la estación de los monzones, la combinación de inundaciones y hacinamiento en los refugios temporales aumenta el riesgo de brotes de enfermedades como la diarrea, el dengue y muchas otras, poniendo en peligro la vida de las comunidades afectadas que lo han perdido todo”, explicó Eloisa Molina, directora de Comunicación de World Vision.
Ha estado sobre el terreno respondiendo a las necesidades de los afectados desde el primer día, proporcionando alimentos, agua y kits de higiene, ayuda en efectivo, así como protección infantil y apoyo psicosocial a los niños y niñas. La ONG tiene como objetivo llegar a 500.000 personas con ayuda crítica en los próximos seis meses. Hasta ahora, los esfuerzos humanitarios de World Vision en Myanmar han llegado a más de 160.000 personas.
(SERVIMEDIA)
24 Abr 2025
s/gja