Dicho colegio pone como ejemplo el suceso ocurrido el pasado 30 de mayo, al impactar una cigüeña contra el helicóptero sanitario de la base de Salamanca que trasladaba al hospital clínico universitario de esa ciudad un neonato y el habitual personal sanitario.

La cigüeña rompió los cristales de la cabina de vuelo, rozó el hombro del único tripulante que pilotaba la aeronave y se estrelló dentro de la cabina de pasaje muy cerca de la enfermera. El suceso obligó al piloto a tomar tierra, sin que hubiera que lamentar daños mayores.

Ante este suceso, el Colegio Oficial de Pilotos reclama a las administraciones que garanticen que todos los miembros de la tripulación dispongan de un equipo de protección individual (EPI’s), en su calidad de contratantes de los operadores de servicios de emergencia y operaciones especiales.

El casco de vuelo ha demostrado ser un elemento básico de seguridad, pese a lo cual, durante las visitas técnicas realizadas a las bases de helicópteros en los dos últimos años, el Colegio Oficial de Pilotos ha podido comprobar que casi la mitad de los pilotos no disponían de este elemento de protección.