EL COCIDO MADRILEÑO SALVA DE LA CRISIS AL RESTAURANTE DEL ITZ AL CONQUISTAR EL ESTOMAGO DE POLITICOS Y FINANCIEROS

MADRID
SERVIMEDIA

El director de Alimentación y Bebidas del Hotel Ritz de Madrid, Pedro Cañas, aseguró hoy a Servimedia que el cocido madrileño que ofrece su restaurante los martes y jueves les ha sacado de la crisis que atravesó a principios de los 90, cuando lo básico en su menú eran los platos modernistas de la cocina francesa y americana.

Este plato de cuchara típicamente madrileño atrae semanalmente a cientos de comensale relacionados con el mundo de la política y las finanzas, así como a altos ejecutivos "hartos" de la comida rápida a la que someten a diario a sus estómagos por su ritmo de trabajo.

El ministro de Economía y Hacienda, Rodrigo Rato, y el escritor y premio Nobel, Camilo José Cela, son, entre otros, habituales de los "días de cocido".

Por 5.900 pesetas más IVA, los aficionados al cocido pueden disfrutar del "plato estrella" del Ritz, regado con un vino reserva de Rioja, y acompañado de todos los posres de la carta del restaurante y de una taza de café.

El cliente se sorprende al ver la presentación de los manjares de este cocido y se entusiasma al probarlo, según Pedro Cañas. Los comensales disfrutan de dos platos: uno con la tradicional sopa de fideos y un segundo con las verduras y legumbres, que incluye garbanzos, apio, repollo, patatas y zanahoria.

En una bandeja de plata, en el centro de la mesa, los comensales eligen entre un abanico de carnes, relleno, pollo y embutidos. Los ingredietes han sido perfectamente seleccionados, ya que los garbanzos llegan de Fuentesano (Zamora) -son blandos pero no pierden la piel en la cocción-, mientras que el chorizo y el tocino son de Guijuelo (Salamanca), y la morcilla procede de Burgos.

Pero las mayores alabanzas las recibe el tradicional relleno, hecho con pan, huevo y carne picada de ternera, todo salteado, típico del cocido madrileño a la antigua usanza. Se ocupan personalmente de su elaboración los dos "chefs" del restaurante del Ritz, Ramó Dimanuel y Javier Aldea.

Todos los ingredientes resultan de una lenta cocción en marmitas de 35 litros, vigilada atentamente por un cocinero contratado por el restaurante sólo para este menester.

REVOLUCION

En marzo de 1992, el director general del Ritz, Alfonso Jordán, decidió dar una vuelta de tuerca al restaurante del famoso hotel madrileño, sumido en una profunda crisis porque el establecimiento dependía mucho de los turistas extranjeros, sobre todo americanos, que durante la Guerra del Gofo dejaron de frecuentarlo.

Según relató a Servimedia Pedro Cañas, el director general se dio cuenta de que su hotel en Madrid estaba cerrado a los madrileños y pensó que uno de los puntos fuertes para conquistar al cliente español y de Madrid era introducir un plato que ya había pegado fuerte en los años 60, el cocido.

Fue el punto de partida para que el Ritz empezara a introducir en su carta platos de cuchara y, en general, delicias de la cocina mediterránea.

"Todos nuestros clientes comenan lo bueno que está el cocido de nuestro restaurante. Hay muchos sitios en Madrid que tienen mucha tradición en la elaboración de este plato, pero el cocido del Ritz es distinto y original", precisó el director de Alimentación del hotel, quien se mostró "entusiasmado" con el éxito del plato entre su clientela más selecta.

(SERVIMEDIA)
23 Dic 1997
M