Sin embargo, Cobo, que en su día también fue objeto de un supuesto espionaje, no quiso pronunciarse sobre si la presidenta regional, Esperanza Aguirre, debería tomar medidas en este asunto y sobre si cree que este tipo de casos perjudican a su partido.

"A mí me parece de auténtica basura, de asco, que cualquier persona pueda ser seguida, fotografiada, que se anote cuál es su actividad diaria...", indicó.

Insistió en que este tipo de actuaciones, en un Estado de Derecho, sólo pueden llevarse a cabo cuando la autoridad judicial, a través de la policía u otros medios, lo ordena para resolver o prevenir determinados delitos.

"Fuera de ese ámbito", prosiguió, "me parece una actuación que tiene mucho más que ver con países totalitarios, fascistas, comunistas, seguir a personas para tener datos de su actividad personal". Indicó que en esos seguimientos incluso aparecen menores de edad, con lo que es "muy grave".

"Estos seguimientos; los del vicepresidente primero de la Comunidad de Madrid (Ignacio González); los de Alfredo Prada; los que se realizaron conmigo y con cualquier otra persona, sea político, periodista, médico, notario... no entiendo que se puedan realizar si no es con las condiciones y en las circunstancias que he dicho", insistió.

Recordó que tanto Ignacio González como Prada y él mismo han acudido a los tribunales de justicia para que se esclarezca, "si es que es posible probar, quiénes han sido los responsables, por qué, para qué y para quién, en su caso, se realizaban esos seguimientos".