Según la CNMC, la operativa de esta compañía estuvo ilegítimamente orientada a elevar el precio del mercado a un nivel artificial insertando ofertas de compra que no tenía intención de casar.

Como consecuencia, en 32 sesiones de negociación presentó ofertas de compra a precios elevados en los últimos siete segundos de negociación. Estas no eran modificaciones de ofertas anteriores, que estuviera tratando de ejecutar en los últimos segundos de la negociación, ni agredían a la oferta de venta más competitiva de ese momento en el sistema de negociación, ya que las introducía a un precio ligeramente inferior para evitar que fueran casadas.

Además, la CNMC detectó que dichas ofertas de compra se introducían por un volumen de energía muy inferior al volumen del resto de las ofertas de compra de Enérgya VM en la misma sesión de mercado.

Por ello, Competencia concluyó que el objetivo de la empresa era reducir el impacto económico de las ofertas a precio elevado en caso de que hubieran sido casadas y, en algunas de las sesiones, en contra de la lógica económica, ya que las introducía a un precio superior al de la última transacción ejecutada por el agente como contraparte vendedora para el mismo producto y en la misma sesión de negociación.

La CNMC recuerda que la introducción de señales falsas o engañosas sobre la oferta, la demanda o el precio de un producto energético al por mayor, así como la fijación del precio de un producto energético al por mayor en un nivel artificial, se corresponden con comportamientos de manipulación o tentativa de manipulación del mercado, que infringen el reglamento europeo. De hecho, la infracción cometida por Enérgya VM está tipificada como grave, de conformidad con lo dispuesto en la Ley del Sector de Hidrocarburos.