Así lo indicó Bal en declaraciones en los pasillos de la Cámara Baja, después de que se haya conocido el dictamen del BCE en el que el organismo considera que la propuesta legislativa del impuesto a la banca debe ir precedida de “un análisis exhaustivo de las posibles consecuencias negativas para el sector bancario” para “garantizar” que no plantee “riesgos para la estabilidad financiera”.

En este sentido, señaló que la ha sorprendido “lo duro que ha sido” el BCE “con lo que planteaba el Gobierno en relación con los impuestos”. Al respecto, comentó que su partido venía diciendo en distintas intervenciones que “era una locura” y que todos los expertos en España decían que la regularización que estaba realizando el Gobierno “era absolutamente inconstitucional”.

Asimismo, recordó que su partido pidió al Ejecutivo que informara al BCE sobre este impuesto y, además, envió una carta al Banco para que, si el Gobierno no le pedía informe, “incluso actuara de oficio”. Además, comentó que le daba “vergüenza” lo que había presentado el Ejecutivo “con la cantidad de asesores que tiene”.

Bal también explicó que el propio sector “no rechaza este impuesto”, está de acuerdo con esta idea de “contribuir todos a salir de la crisis”, pero “tiene que ser una cosa bien hecha”. Además, criticó que el Partido Popular “también ha tenido que recular porque salió diciendo no al impuesto sin más”.

DEBATE

Esta misma tarde, el Congreso debatió la enmienda con texto alternativa presentada por Ciudadanos. Al respecto, Bal explicó que su partido ha hecho “una construcción de un tributo que es constitucional” y que el impuesto “no puede ser sobre los ingresos”, sino sobre los beneficios extraordinarios.

Sobre el debate, Bal auguró que el Ejecutivo y otros partidos votarán que no a su enmienda “con tal de no dejarnos a nosotros la medalla, de no reconocernos este mérito” y apuntó que “antes o después”, mediante el sistema de enmiendas, “van a hacer algo muy parecido a lo que nosotros le hemos propuesto”.