Eastlund, que en los años 80, en pleno periodo de guerra de las galaxias, diseñó una antena capaz de desviar misiles mediante radiaciones de microondas, está convencido de que el mismo principio puede aplicarse a los tornados.

"Mientras trabajaba con la idea de la antena, descubrí que con la suficiente potencia, sería posibledesviar la dirección de un avión a propulsión", afirma Eastlund, que poco a poco fue madurando la idea hasta darse cuenta de que también sería posible neutralizar tornados y con mucha menos potencia de la que en principio había considerado.

El tornado se origina en el seno de una tormenta, cuando el aire caliente y húmedo se eleva sobre las capas de aire frío. Conforme se va elevando, la temperatura del aire va decayendo, por lo que el vapor de agua que contiene comienza a condensarse. Entonces el conunto de aire ya frío con el agua se desploma y da lugar a dicho fenómeno.

La idea de Eastlund es calentar este aire con microondas para que no se produzca el efecto de desplome y evitar así la aparición del peligroso agente natural. La fuente energética para esas microondas podría ser una red de satélites alimentados a su vez por luz solar.

El método del científico, cuyo propio hogar fue atacado dos veces por la violencia de uno de estos tornados, ha sido probado ya en simulaciones por ordenador n el Centro Universitario para el Análisis y la Predicción de Tormentas de Oklahoma y la eficacia del método quedó demostrada.

Aunque Eastlund es consciente de la distancia entre la teoría y la práctica -"haría falta siempre una buena idea de hacia dónde va a ir el tornado y ser capaz de controlar las ondas para que no dañen a la gente", explica-, el científico se muestra seguro de que su sistema es viable y de que puede empezar a hacer asumible la idea de que el control climático es posible y positiv.