Los sindicatos acuden a la negociación con plataformas distintas, aunque el grueso de las reivindicaciones son las mismas. La principal diferencia es que UGT pide la recuperación de los 5,6 puntos de poder adquisitivo perdido por los epleados del sector en el convenio anterior (con vigencia 1999-2002).

Comfia-CCOO y UGT piden, asimismo, un incremento de la paga de productividad, que se debería traducir en una paga y media adicional en septiembre.

Los sindicatos reclamarán la reducción de jornada a 35 horas semanales y acabar con el trabajo los sábados, lo que abocaría al cierre de las oficinas bancarias ese día.

Las centrales quieren mejorar la estabilidad del empleo, reducir el número de contratos temporales, reducir la ubcontratación y limitar la participación de las ETT.

UGT y CCOO reclaman avances en lo referente a igualdad de oportunidades, con medidas para fomentar la conciliación de la vida familiar y laboral, prevenir el acoso moral y sexual y permitir reducción de jornada para el cuidado de los hijos y personas dependientes.