Según afirmó hoy a la prensa el director general del Agua, Jaime Palop, la sequía que atraviesan las cuencas internas de Cataluña es "muy delicada", hasta el punto de que se trata del "peor año hidrológico de su serie histórica", que se remonta a la década de los 60.

Según recordó Palop, sus embalses están al 25% de su capacidad. Aunque habrá que esperar a las lluvias de la primavera, la Generalitat "está buscando distintas procedencias de agua, en función de lo que pueda necesitar".

Por ello, prosiguió, la Generalitat y la Junta de Andalucía "están manteniendo ya conversaciones" ante la posibilidad de trasladar por barco agua desalada excedentaria de la desalinizadora de Carboneras (Almería) a Cataluña.

La "previsión" es llenar de agua desalada un barco al día (50.000 m3), por 0,5 euros el metro cúbico, precio que decide la sociedad estatal Aguas de las Cuencas Mediterráneas (Acuamed) del Ministerio de Medio Ambiente.

Esta cantidad es similar a la que se cobra actualmente el agua de esta misma planta para el abastecimiento a la compañía de aguas Galasa.

GALICIA SE RECUPERA

Tras este repaso por la situación en las cuencas catalanas, el director general insistió en que la situación de sequía es "regular" en las cuencas del Júcar, Segura, río Guadalquivir, ciudades de Málaga y Segovia, los regadíos del Carrión y en el Ebro.

Por el contrario, la comunidad gallega "se ha recuperado bastante" con las últimas lluvias.

RESTRICCIONES

Según dijo Palop, se esperan restricciones para el regadío en las cuencas del Júcar, Segura y Guadalquivir. Para hablar de restricciones en el Ebro, Duero y Carrión, "habrá que esperar a las lluvias de la primavera". No obstante, reiteró que "no se esperan cortes para las poblaciones".

"Estamos en el cuarto año de sequía. Es una sequía durísima, peor que la de los años 80 y 90", subrayó el director general, quien añadió en la necesidad de seguir concienciando a los españoles. "El agua no sobra, no podemos levantar la guardia", sentenció.

Finalmente, Palop recordó que el Ministerio pondrá en marcha nuevas campañas para los segmentos de población que "aún no están adiestrados" en gestión de sequía y ahorro de agua: los niños, que no han vivido periodos de escasez; los inmigrantes, que "piensan en España como en un país de la abundancia", y los turistas que veranean en zonas de playa cada año.