A preguntas de los periodistas, sobre la posible autorización de un trasvase Tajo-Segura para regadíos en el próximo Consejo de Ministros, Lamata recalcó que continúa la situación "muy grave" de los embalses de la cabecera del Tajo, recordando que almacenan 350 hectómetros cúbicos, "muy por debajo" de la media normal en esta época, que cifró en 900 hectómetros cúbicos, y la mitad de la registrada el pasado año.

Ante esta situación, el vicepresidente primero hizo una llamada de atención al Gobierno central, subrayando, además, que la previsión es que en los próximos meses de verano la capacidad de los embalses descienda hasta por debajo del límite legal establecido.

El responsable del Ejecutivo regional apuntó que se ha remitido un nuevo escrito a la Vicepresidencia del Gobierno y se seguirán haciendo informes y gestiones, con "rigor, seriedad, y firmeza", para que el Gobierno central vea que tiene que medir "milimétricamente" las previsiones que hay para los próximos meses.

Lamata incidió en que el Gobierno de Castilla-La Mancha siempre ha sido favorable a que haya "agua para beber en todo caso", añadiendo que ésta es la prioridad que debe garantizarse, de ahí que lamentase que se pueda poner en "grave riesgo" el abastecimiento a la población del Levante y otros territorios.

Asimismo, pidió al Gobierno central que analice todos estos datos "rigurosos" que han sido aportados por el Ejecutivo castellano-manchego.

Señaló, al respecto, que, por el contrario, la Junta de Comunidades no ha recibido información por parte de otras administraciones que pueda ser objeto de discusión y debate entre todas las partes implicadas.

"Si existen otros informes sólidos nos gustaría que se pusiesen en conocimiento del Gobierno de Castilla-La Mancha", indicó Lamata, quien recalcó que los informes elaborados por el Ejecutivo regional no han sido contradichos por cualquier otro.