Las Cáritas que han firmado el comunicado son las de Ruanda, la República Democrática del Congo, Camboya, Líbano, Bosnia-Herzegovina, Jerusalén y Colombia, así como Cáritas Internationalis.

"Nuestros países han sufrido la división provocada por la violencia política, étnica y religiosa", dice el comunicado, "hemos sido testigos de la devastación causada por estas divisiones y ahora asistimos con desesperación los sucesos de Kenia, un país que durante años ha sido considerado un modelo de estabilidad en una región turbulenta".

Para los firmantes de la declaración conjunta, "la situación se sigue precipitando cada día por la senda de la matanza y la limpieza étnica".

Recuerdan que en Ruanda, más de medio millón de personas fueron masacradas en tres meses; que en la República Democrática del Congo, más de cinco millones de personas han muerto desde 1995, y que, con la división de Yugoslavia, "volvió el genocidio a Europa".

Tras señalar el sufrimiento de sus pueblos, los responsables de Cáritas piden "al Gobierno, a los partidos de la oposición y al pueblo de Kenia que pongan fin a la violencia".

"Se ha hecho ya mucho daño, pero aún no es demasiado tarde para alejarse del precipicio", afirman. "Les ofrecemos las lecciones aprendidas en nuestros países, en solidaridad con todos los que están atrapados en este conflicto y con la esperanza de que nuestros ejemplos sirvan para evitar que Kenia siga avanzando hacia la tragedia".