LA CAPA DE OZONO YA NO EXISTE EN ALGUNAS ZONAS DE LA ANTARTIDA, SEGUN LA GESTORA DE PROGRAMAS ANTARTICOS
-"EN LA ANTARTIDA ESTAN GRABADOS MUCHOS DATOS SOBRE NUESTRO PLANETA. IGNORAR ESTO SERIA UN GRAN ERROR".
-"EL TURISMO ANTARTICO ES CONFLICTIVO, PERO A MI ME PARECE LEGITIMO MIENTRAS SE REALICE CON MUCHO CUIDADO".
-Pregunta: Pese a la reducción de los CFCs y los HCFCs acordada en la reunión de Copenhague (Dinamarca), ¿la situación de la capa de ozono en la Antártida es preocupante en este momento?
-Respuesta: Este año se ha detectado en la atmósfera antártica una disminución de estas sustancias perjudiciales para el ozono, pero sin embargo, han aparecido otras, probablemente provenientes de las últimas erupciones del volcán Pinatubo.
-P: El año pasado, los miembros del Tratado Antártico firmaron un acuerdo d no explotación del continente helado durante 50 años. ¿Es éste un acuerdo real o una moratoria fácilmente revisable?
-R: Lo dije en la presentación de esta campaña antártica y lo repito siempre que puedo. Nunca se podrá entrar a saco, sin más, a explotar las riquezas que haya allí. El acuerdo está firmado por 50 años y tras esos 50 años se hará una revisión, teniendo en cuenta los cambios experimentados en el planeta. Hacer un nuevo documento representará diferenciar si la prolongación será por 50 ó 00 años más, pero siempre en sentido positivo.
-P: En 1988 es nombrada gestora de los programas científicos de España en la Antártida. ¿De estos años guardará, sin duda, momentos especialmente intensos?
-R: Sí, he vivido sensaciones estéticas y profesionales. Las primeras son muy fuertes. En 1984 tuve la oportunidad de adentrarme en el continente a 78 grados sur y fue una sensación formidable de soledad, de inmensidad y de silencio absoluto, a veces hiriente.
-P: Los científicos soportan allí temperaturas bajo cero y deben convivir durante más de 4 meses en los 150 metros cuadrados que tiene la base. ¿Cómo llevan estas condiciones extremas?
-R: El equipo que va a la Antártida está muy seleccionado y, además, llega un momento en que todo se hace en común. Todos tenemos nuesro habitación individual, como camarotes de barco, pero las comidas, el mantenimiento de la base, etc. lo hacemos juntos sin problemas.
-P: ¿Tengo entendido que a usted le preocupa especialmente que la base española perjudique lo menos posible el ecosistema antártico y esto es algo que no pueden decir todas las bases?
-R: Algunas estaciones tienen bastantes problemas con las basuras y los desperdicios en general. En nuestra base, desde el primer momento que se produce un desperdicio se clasifica n cuatro contenedores, según su naturaleza orgánica. Los plásticos, latas y cristales los guardamos hasta el final de la campaña. Lo demás lo quemamos en un incinerador especial que consume el propio humo provocado en la combustión.
-P: ¿Cuál es su posición sobre permitir o no el turismo en la Antártida?
-: El turismo en sí es conflictivo, pero hay que matizar. A mí me parece legítimo mientras se realice con mucho cuidado por los gobiernos que rigen cada zona del continente. En 1991 se nombró a la Antártida "Continente para la Ciencia". Sin embargo, no creo que eso dé derecho a prohibir al resto de la humanidad que no es científica disfrutar de la inmensa belleza y las sensaciones que produce la Antártida. Sería un egoísmo muy mal entendido con el que no estoy de acuerdo.
-P: Si tuviera que defender la conservación de la Antártida en un foro en que estuvieran presentes aquellos que quieren explotarla, ¿qué argumentos utilizaría?
-R: En la Antártida se dan fenómenos naturales que tienen repercusión planetaria, como, por ejemplo, las borrascas, que tienensu origen en el continente helado y su estudio permite, sin embargo, comprender fenómenos que se producirán poco después en el mar del Norte.
-P: La campaña antártica dura todo el verano austral (invierno en spaña). ¿Qué provoca en los investigadores estar lejos de sus familias o seres queridos durante fechas como la Navidad?
-R: Bueno, es cierto que se siente una gran nostalgia esos días, pero es algo que se asume. El año pasado comimos las uvas a las ocho de la tarde, pero sentimos la misma emoción que si fueran las doce de la noche. Nos sentíamos muy cerca de nuestro país.
-P: ¿Cuáles son los proyectos previstos por el Gobierno español para el futuro de la presencia en el continente helado?
-: En el plano conservacionista y científico, las prioridades son que la contaminación producida por la estación sea nula y, sobre todo, convertir la "Juan Carlos I" en una base inteligente capaz de enviar informaciones científicas, a través de satétite, durante el invierno austral y sin necesidad de presencia humana.
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Setenta y siete científicos españoles inician esta semana la campaña antártica española 1992-93 en el continente helado y, entre otras investigaciones, estudirán la actual distribución vertical de la capa de ozono.
Josefina Castellví, jefa de la base antártica española "Juan Carlos I" y gestora de los programas científicos de nuestro país en la Antártida, afirmó, en una entrevista concedida a Servimedia, que en algunas zonas del continente "el ozono ya no existe".
-Pregunta: Pese a la reducción de los CFCs y los HCFCs acordada en la reunión de Copenhague (Dinamarca), ¿la situación de la capa de ozono en la Antártida es preocupante en este momento?
-Respuesta: Este año se ha detectado en la atmósfera antártica una disminución de estas sustancias perjudiciales para el ozono, pero sin embargo, han aparecido otras, probablemente provenientes de las últimas erupciones del volcán Pinatubo.
Sea como fuere, hay que evitar al máximo la emisión química por causas humanas. Hay zonas de la Antártida en las que la capa de ozono ya no existe, ni siquiera en cantidades pequeñas.
-P: El año pasado, los miembros del Tratado Antártico firmaron un acuerdo d no explotación del continente helado durante 50 años. ¿Es éste un acuerdo real o una moratoria fácilmente revisable?
-R: Lo dije en la presentación de esta campaña antártica y lo repito siempre que puedo. Nunca se podrá entrar a saco, sin más, a explotar las riquezas que haya allí. El acuerdo está firmado por 50 años y tras esos 50 años se hará una revisión, teniendo en cuenta los cambios experimentados en el planeta. Hacer un nuevo documento representará diferenciar si la prolongación será por 50 ó00 años más, pero siempre en sentido positivo.
-P: En 1988 es nombrada gestora de los programas científicos de España en la Antártida. ¿De estos años guardará, sin duda, momentos especialmente intensos?
-R: Sí, he vivido sensaciones estéticas y profesionales. Las primeras son muy fuertes. En 1984 tuve la oportunidad de adentrarme en el continente a 78 grados sur y fue una sensación formidable de soledad, de inmensidad y de silencio absoluto, a veces hiriente.
También recuerdo especialmente cando en 1987 llegamos al asentamiento elegido para la estación, una llanura desértica. Marcharnos al cabo de 3 meses dejando una base permanente es algo que no se olvida fácilmente.
-P: Los científicos soportan allí temperaturas bajo cero y deben convivir durante más de 4 meses en los 150 metros cuadrados que tiene la base. ¿Cómo llevan estas condiciones extremas?
-R: El equipo que va a la Antártida está muy seleccionado y, además, llega un momento en que todo se hace en común. Todos tenemos nuesro habitación individual, como camarotes de barco, pero las comidas, el mantenimiento de la base, etc. lo hacemos juntos sin problemas.
-P: ¿Tengo entendido que a usted le preocupa especialmente que la base española perjudique lo menos posible el ecosistema antártico y esto es algo que no pueden decir todas las bases?
-R: Algunas estaciones tienen bastantes problemas con las basuras y los desperdicios en general. En nuestra base, desde el primer momento que se produce un desperdicio se clasifica n cuatro contenedores, según su naturaleza orgánica. Los plásticos, latas y cristales los guardamos hasta el final de la campaña. Lo demás lo quemamos en un incinerador especial que consume el propio humo provocado en la combustión.
(El equipo técnico español tiene previsto este año, además, la instalación de una unidad eólica que sustituya el actual sistema de alimentación de la "Juan Carlos I", mediante fuel fósil).
-P: ¿Cuál es su posición sobre permitir o no el turismo en la Antártida?
-: El turismo en sí es conflictivo, pero hay que matizar. A mí me parece legítimo mientras se realice con mucho cuidado por los gobiernos que rigen cada zona del continente. En 1991 se nombró a la Antártida "Continente para la Ciencia". Sin embargo, no creo que eso dé derecho a prohibir al resto de la humanidad que no es científica disfrutar de la inmensa belleza y las sensaciones que produce la Antártida. Sería un egoísmo muy mal entendido con el que no estoy de acuerdo.
Por supuesto, un turismo mal levado puede perjudicar el ecosistema antártico. Hay que sensibilizar a los que vayan de que no se pueden llevar de recuerdo un liquen, por ejemplo, que ha sobrevivido en condiciones extremas durante 300 ó 400 años.
-P: Si tuviera que defender la conservación de la Antártida en un foro en que estuvieran presentes aquellos que quieren explotarla, ¿qué argumentos utilizaría?
-R: En la Antártida se dan fenómenos naturales que tienen repercusión planetaria, como, por ejemplo, las borrascas, que tienensu origen en el continente helado y su estudio permite, sin embargo, comprender fenómenos que se producirán poco después en el mar del Norte.
Por otra parte, el hielo antártico guarda datos sobre el origen de la Tierra. En los 4.000 metros de altura de los témpanos han quedado atrapadas plantas que hablan de la vida hace miles de años o burbujas de aire que atestiguan la composición en esas época. Ignorar ésto sería un gran error.
-P: La campaña antártica dura todo el verano austral (invierno en spaña). ¿Qué provoca en los investigadores estar lejos de sus familias o seres queridos durante fechas como la Navidad?
-R: Bueno, es cierto que se siente una gran nostalgia esos días, pero es algo que se asume. El año pasado comimos las uvas a las ocho de la tarde, pero sentimos la misma emoción que si fueran las doce de la noche. Nos sentíamos muy cerca de nuestro país.
-P: ¿Cuáles son los proyectos previstos por el Gobierno español para el futuro de la presencia en el continente helado?
-: En el plano conservacionista y científico, las prioridades son que la contaminación producida por la estación sea nula y, sobre todo, convertir la "Juan Carlos I" en una base inteligente capaz de enviar informaciones científicas, a través de satétite, durante el invierno austral y sin necesidad de presencia humana.
En el ámbito internacional, España seguirá investigando al máximo para intentar colocarse a la cabeza de los estudios antárticos. También seguirá defendiendo la posición conservacionistala no explotación bajo ningún concepto.
(SERVIMEDIA)
30 Nov 1992
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