La norma otorga a la CAM competencias para la inspección, tanto en los centros dependientes de la consejería como en los gestionados por el Insalud y en las clínicas privadas.

La orden obliga a los centros sanitarios a declarar las actividades relacionadas con estos productos, a regular la formación de sus profesionales y a dictar normas de manejo de dichas sustancias.

Los centros deberán realizar un registrodel personal en contacto con los fármacos citotóxicos o sus residuos y realizar controles médicos cada seis años.

La norma establece que podrán ser excluidos del trabajo en este tipo de unidades las mujeres embarazadas, el personal alérgico o aquellas personas que han sido tratadas con radiaciones ionizantes.

La unidad deberá contar con un punto de agua corriente de fácil acceso y con cabinas de alta seguridad biológica de uso exclusivo para la manipulación de citotoxicos. El personal del servici deberá contar con prendas desechables, que no podrán sacar fuera de la zona de trabajo.

Respecto al tratamiento de residuos, la norma recuerda que todo material que esté en contacto con estas sustancias será tratado como material contaminado e introducido en contenedores desechable. Su tratamiento se ajustará a la normativa vigente sobre residuos peligrosos.

La CAM obligará también a los centros a elaborar un listado de medicamentos citotóxicos que se manejen en la unidad y unas normas escritas e actuación en caso de accidente, sobre limpieza y sobre eliminación de residuos.

Según manifestó hoy el consejereo de Salud, Pedro Sabando, la normativa elaborada por la CAM será pionera en muchos sentidos, "ya que hasta el momento las autoridades sanitarias realizaban tan solo recomendaciones"

El sindicato CCOO denunció el año pasado la deficiente manipulación de los productos indicados para el cáncer y sus residuos en varios hospitales de Madrid, en los que detectaron un mal funcionamiento de as campanas de flujo laminar y de las cabinas de seguridad.