En este complejo se concentrarán los aproximadamente 4.100 trabajadores que directa o indirectamente desarrollan labores profesionales en Repsol-YPF en la capital y en la Comunidad de Madrid, que actualmente se encuentran disgregados en 10 edificios de oficinas.

El alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, señaló en rueda de prensa que se trata de una apuesta "estratégica", ya que, además de facilitar que la sede de la compañía permanezca en Madrid, se trata de la primera gran empresa que hace una apuesta decidida por el sur de Madrid.

Gallardón aseguró que la construcción de la nueva sede de la compañía petrolera supondrá un importante impulso para la competitividad y la revitalización de la actividad económica del sur de la ciudad. Además, dijo que este complejo, diseñado por el prestigioso arquitecto Rafael de la Hoz, colaborará decisivamente a la transformación que se está llevando a cabo en el eje Méndez Álvaro.

La actuación supondrá la construcción de 58.000 metros cuadrados de usos terciarios, que supondrán para la zona sur de la ciudad una gran oportunidad para la regeneración del paisaje urbano y para la creación de empleo, según Gallardón. Los terrenos están ocupados actualmente por las instalaciones de la Compañía Logística de Hidrocarburos, que serán demolidas.

Para mejorar la movilidad de la calle Méndez Álvaro y facilitar el acceso al aparcamiento que se construirá en el complejo, el proyecto incluye la ampliación del número de carriles en esta calle desde la M-30 hasta la zona cercana a la estación de Atocha.

El nuevo edificio tendrá cinco plantas y estará formado por cuatro volúmenes conectados entre sí creando un cuadrilátero, cuya zona central será un amplio patio arbolado desde el que se accederá al inmueble. A este patio se llegará directamente desde la calle Méndez Alvaro, por la esquina con la calle Estrella Naos, o desde el aparcamiento subterráneo.

Gallardón destacó que se trata de un edificio sostenible, que para optimizar la gestión energética contará con 1.700 metros cuadrados de paneles fotovoltáicos y un sistema de iluminación que emitirá la mínima contaminación lumínica. Los materiales empleados serán reciclables y renovables, y en el exterior se plantarán especies autóctonas, con un sistema de reutilización de las aguas pluviales.

El edificio incorpora un aparcamiento subterráneo de dos plantas con unas 2.000 plazas, y sus accesos y salidas darán a la calle Méndez Álvaro y a la zona verde con frente a la calle Oriana. Además, desaparecerá la gasolinera existente en la zona y se creará una nueva zona ajardinada que se unirá a la ya existente en la zona posterior de la parcela, formando un pasillo verde junto a las vías de ferrocarril.