"Los veranos de El Escorial se han convertido en una marca cotizada. Pocos foros académicos han conseguido, como en este caso, ser noticia por sí mismos. Lo que aquí se dice, por su interés y por el nivel de quienes lo dicen, puede ser material tanto para un libro de texto como para la primera página de un periódico", resaltó la ministra de Educación.

Manifestó que estos cursos son "un lugar de encuentro, un foro abierto donde el contraste de opiniones permite avanzar en el camino del conocimiento" y "promueve la controversia entre expertos de muy diversas materias en torno a grandes temas, en busca de un debate multidisciplinar y enriquecedor".

Tras la lección inaugural de la novelista Ana María Matute, Cabrera dijo que esta escritora "nos ha recordado a través de su obra y de su palabra que es necesario conservar dentro de nosotros al niño -o a la niña- que todos fuimos un día. Ese niño al que muchos de nosotros hemos escondido y al que deberíamos sacar más a menudo a la luz".

En su discurso, la ministra señaló que había que ser "tan inocentes como los niños, tan creativos como ellos, tan imaginativos y -sobre todo- tan curiosos como ellos" porque la curiosidad "es el principio de todo conocimiento. Es el estímulo original del saber, que nos incita a investigar, a descubrir".