BUXARRAIS PRESENTO ANUNCIO HOY SU DIMISON PARA IRSE DE CAPELLAN A UN HOSPITAL DE ANCIANOS Y MINUSVALIDOS DE MELILLA

MALAGA
SERVIMEDIA

Monseñor Buxarrais Ventura, hasta hoy obsipo de Málaga, anunció hoy su decisión de presentar la dimisión para incorporarse a la capellanía de un hospital para la Tercera Edad y minusválidos físicos y sensoriales en Melilla.

Buxarrais será sustituido por el secretario apostólico de la diócesis de Granada, Fernando Santiago Aguilar, hasa que la Santa Sede nombre al nuevo obispo de Málaga.

El ex obispo ya había insinuado en anteriores ocasiones el deseo de finalizar su vida eclesiástica "como un sacerdote más, lejos de cualquier situación jerárquica".

En 1983, Ramón Buxarrais publicó en la revista jesuíta "Sal Terrae" un artículo en el que señalaba la necesidad de suprimir la titularidad vitalicia de los cartgos jerárquicos de la Iglesia.

El obispo dimisionario indicó hoy, en una rueda de prensa improvisada, que su actitud se debe fundamental a problemas de salud.

"Hace tres años que no puedo dormir si no es con somníferos, los problemas me agobian y esto es señal de una frágil y delicada salud", explicó.

Buxarrais nació hace 62 años en la localidad barcelonesa de Santa Perpetua de Mogoda. Tras recibir la ordenación sacerdotal el 17 de diciembre de 1955, ejerció el ministerio pastoral en diversas parroquias de la Ciudad Condal, hasta su posterior traslado a Chile en 1959, donde se incorporó a la Archidiócesis de Anofagasta.

Nueve años más tarde, padeció una dolencia ósea que le obligó a regresar a España, donde un año más tarde fue nombrado obispo de Zamora, cargo que ocupó dos años hasta que, en 1973, le designaron responsable de la diócesis de Málaga, donde permaneció 18 años.

La carrera de Buxarrais en la jerarquía se caracterizó por su defensa de la libertad, la independencia de la Iglesia Católica y de los derechos de las clases más desfavorecidas; opiniones que solía introducir en sus cartas pastorals.

Entre esas misivas dirigidas a los católicos de su diócesis, destacaron, por el debate que suscitaron, a escala nacional, las que hacían referencia a la problemática de la droga, los "despilfarros" del poder, los "estragos" del cine y la televisión y sus fuertes críticas a la denominada "jet set" de Marbella, a la que calificó de "amoral".

(SERVIMEDIA)
11 Ene 1991
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