Así lo indicó Bolaños en una entrevista en RNE recogida por Servimedia, haciendo alusión a la declaración conjunta que suscribieron España y Marruecos tras la visita del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al rey Mohamed VI con la que se comprometen a reanudar la relación diplomática entre los dos países.

Bolaños señaló que esta “nueva etapa” es “muy importante” porque los dos países se pusieron de acuerdo en que tienen que “hablar, que ser transparentes, mantener un diálogo continuo y reforzar mucho las relaciones que unen históricamente” a España y Marruecos. “Creo que es muy positivo que una situación en la que había cierta tensión con el vecino del sur desde ayer cuente con una nueva etapa de colaboración, amistad, y de trabajo conjunto y compartido”, agregó.

Asimismo, explicó que las fronteras de Ceuta y Melilla se abrirán de forma “paulatina” porque hay que trabajar “bien” en ello, y así “garantizar el tránsito de personas con lo que ahora supone” porque se sigue estando en pandemia y el de mercancías. En este sentido, Bolaños comentó que incluso se va a reabrir la aduana de Melilla y se abrirá una nueva en Ceuta, “con lo importante que es también para la normalización de las relaciones comerciales y humanas”.

A su vez, confirmó que la integridad territorial de Ceuta y Melilla “no está en duda y no está en cuestión”, ya que “son dos ciudades españolas”. “Lo sabemos todos”, aseguró, al tiempo que incidió en que “la españolidad” de estas ciudades “no es un tema de debate”.

Uno de los puntos pactados ayer con Marruecos, continuó, es que no habrá acciones “unilaterales” como las producidas en mayo del año pasado, cuando hubo un salto masivo a la valla de Ceuta, y que todas las acciones que adopten los gobiernos serán “dialogadas, compartidas y trabajadas conjuntamente”.

SAHARA OCCIDENTAL

Por otro lado, Bolaños explicó que la posición de España sobre la autonomía del Sahara Occidental es “la de la comunidad internacional, la de Alemania, la de Francia, la de la Comisión Europea y la de Estados Unidos”. “Es la que ya Zapatero estableció cuando dirigía nuestro país y que en 2012 y 2015 también ratifica Mariano Rajoy”, agregó.

Es una posición, prosiguió, que “intenta buscar una salida negociada mutuamente aceptable entre el Sahara y Marruecos, y siempre dentro de la legalidad internacional y conforme a las resoluciones de Naciones Unida”, por tanto, es una solución “razonable y práctica” a un “conflicto que dura ya 46 años”.

Preguntado por el hecho de que minutos antes el Congreso apoyase la celebración de un referéndum en el Sahara con el voto en contra del PSOE, Bolaños matizó que lo que ayer se votó con “posiciones políticas verdaderamente extrañas”, haciendo alusión al PP, que votó a favor, es “lo que tiene que ser una solución dentro del derecho internacional, de las resoluciones de Naciones Unidas y que tiene que ser aceptada por las dos partes del conflicto”.

“Más allá de que con cualquier tema se intente desgastar al Gobierno, la posición que el Gobierno tiene es compartida puede ser compartida por otras fuerzas políticas, que se han quejado del procedimiento de adopción de la decisión, pero cuando hablan del fondo hay muchas menos críticas”, concluyó.