Alumnos de la Escuela de Bellas Artes, pintores "amateurs" y pequeños aprendices de artistas podrán dedicar cuatro horas de la mañana a retratar a La Cibeles desde todos los ángulos, con acuarelas, carboncillos, óleos, ceras y lápices de colores.

El jurado estará compuesto por críticos de arte de reconocido prestigio, periodistas especializados, representantes municipalesel presidente de la asociación convocante, José Lao Alcolea.

En la edición anterior, que se desarrolló el 28 de mayo de 1990, el concejal del distrito Centro, Angel Matanzo, destacó que este tipo de actos "demuestran lo que significa sacar la cultura a la calle".

Más de 150 personas participaron en aquella ocasión, en que se entregaron un total de veinticinco premios consistentes en bicicletas, caballetes, pinturas y cantidades en metálico, distribuidos en cinco categorías.

Uno de los premis más aplaudidos ese día fue el que recibió Félix Espinosa, un minusválido madrileño que, a falta de brazos, pintó la popular fuente, considerada uno de los símbolos más característicos de la capital, manejando los pinceles con la boca.